Los hórreos de Torrestío y la cascada de La Foz (Torrestío - León)

Los hórreos leoneses, llamado tradicionalmente órriu o horru en la lengua asturleonesas, es una construcción elevada que combina diferentes materiales (piedra, madera, teja, losa) para conseguir un espacio adecuado para la conservación de alimentos esenciales para una familia o para un pueblo. Puede referirse a él como un granero para zonas con elevada humedad o pluviometría, como es el norte de la península ibérica, donde se encuentra en otras regiones como Galicia, Navarra, Asturias, País 

LOS HORREOS DE TORRESTÍO Y LA CASCADA DE LA FOZ

RESERVA DE LA BIOSFERA

TORRESTÍO

LEÓN

Los hórreos leoneses, llamado tradicionalmente órriu o horru en la lengua asturleonesas, es una construcción elevada que combina diferentes materiales (piedra, madera, teja, losa) para conseguir un espacio adecuado para la conservación de alimentos esenciales para una familia o para un pueblo. Puede referirse a él como un granero para zonas con elevada humedad o pluviometría, como es el norte de la península ibérica, donde se encuentra en otras regiones como Galicia, Navarra, Asturias, País Vasco o Cantabria.

Su principal estructura se compone de cuatro pegollos o pilares (que pueden ser de piedra, mampostería o madera) los cuales sustentan la estructura cúbica que forma el interior del hórreo, bajo un tejado (de losa o teja). Entre la caja y los pegollos se localizan los tornarratos, que son grandes piedras que impiden que los roedores trepen al interior de la estructura.

Existen hórreos con más de cuatro pegollos, normalmente estos son denominados como paneras, son más grandes y tiene más presencia en la vertiente norte de la cordillera.

Están declarado como B.I.C (Bien de interés cultural), y junto con las casas con corredor forma el típico paisaje rural de la montaña leonesa y de la cordillera cantábrica por extensión, puesto que las diferencias con los hórreos asturianos y gallegos son mínimas.

Fuente: La Senda del Hayedo

COMO LLEGAR

Torrestío, aunque se encuentra en la provincia de León, se trata de uno de los pueblos más influenciados por la cultura asturiana; muestra de esa influencia es la gran cantidad de construcciones típicamente asturianas existentes en el mismo, principalmente hórreos.

COMO LLEGAR A TORRESTÍO

DONDE COMER Y DORMIR

Chanfaina de cordero. Plato tradicional. Fuente: Wikipedia

La gastronomía de la provincia de León es una de las más variadas de España, y se caracteriza por la presencia de embutidos, carne de cerdo, de potro, de vaca y pescado. La provincia destaca por sus marcados contrastes geográficos, por lo que es una de las regiones con mayor potencial agrícola y ganadero, donde la riqueza culinaria de esta región es indiscutible, y son muchos los nuevos sabores por descubrir.

DONDE COMER EN TORRESTÍO O CERCA

Dormir en Babia, es despertar en un valle de leyenda declarado Parque Natural y Reserva de la Biosfera. Donde te rodearas de naturaleza y podrás desconectar y dejar que el tiempo pase lentooooo.... Anímate y vente unos días para re-descubrir la paz, la calma, el silencio y el murmullo de ríos.

DONDE DORMIR EN TORRESTÍO O CERCA

Nosotros nos quedamos a pernoctar en el camping Rio Luna, que está situado en Sena de Luna, y distante de Torrestío unos 20 kilómetros. Es un sitio pequeño y encantador, donde disfrutaremos en los días calurosos del río que pasa junto al mismo, y donde hay una zona habilitada para el baño.

CAMPING RÍO LUNA

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

MAPA DEL RECORRIDO

CARACTERÍTICAS TÉCNICAS

OTROS DATOS DE INTERÉS

Indice IBP: 14
Informe detallado IBP Index
Dificultad: Muy fácil, ideal para toda la familia.
Sendero señalizado:  No
Época recomendada: Todo el año.
Fecha de la excursión: 06 de Agosto del 2020
Puntos de agua potable: En el recorrido nos podemos encontrar con varias fuentes públicas.
Sugerencias: Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).

Cartografía: IGN Torrestío hoja 77-III E: 1:25000
Enlaces de interés:  Parque Natural Valles de Babia y Luna (Web oficial)

                                   Ayuntamiento San Emiliano (Web oficial)
                                   Los hórreos leoneses: Lo que has de saber (Web La Senda del Hayedo)

                                   Vídeo cascada de la Foz en Torrestío (Youtube)

                                   Otras rutas de senderismo en San Emiliano (Web ayuntamiento)

                                   Mas información de la ruta (Wikiloc)

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EL ITINERARIO

Antes de comenzar nuestra excursión tenemos que advertir de un peligro indefinido, aplicable a todo el pueblo y que los mismos autóctonos nos hacen saber con sus señales informativas. 

¡¡ ADVERTIDOS QUEDÁIS !!

Teniendo en cuenta este peligro, dejaremos aparcado nuestro vehículo a la altura del número 54 de la carretera principal (LE-2401), sin obstaculizar el acceso a la finca de la casa. Es un pequeño aparcamiento al lado de la carretera, con capacidad para unos 3 vehículos. Punto donde dejamos nosotros el vehículo.

Comenzamos a caminar descendiendo por la carretera principal, hasta que a los 200 metros por nuestra izquierda nos aparece la Taberna La Farrapona, único bar de todo el pueblo, así que si queremos desayunar, comprar agua o tomarnos al final una cervecita fresca, este es el sitio. También, justo en frente hay un buen aparcamiento, con un parque para los más pequeños. En época de estiaje suele estar lleno todo el día.

Seguimos por la carretera principal sin tomar ninguna de las calles que nos vamos encontrando. Hemos de decir que esta carreterilla tiene en verano mucho tráfico, así que hay que extremar la precaución y más si vamos con niños pequeños.

En el trayecto podemos apreciar por nuestra derecha el río Traspando y la  configuración del pueblo de Torrestío, donde veremos ya algún que otro hórreo.

En el punto donde  se une la carretera principal con la calle Lladera, a escasos 70 metros del bar, nos encontramos por la izquierda un potro para herrar caballos, burros, etc. en muy buenas condiciones de conservación. Probablemente aún se siga usando en estos días. Y justo enfrente de este nos aceramos a ver el pequeño y bonito lavadero/fuente que se encuentra a pie de carretera.

El potro de herrar es una estructura que sirve para sujetar los caballos, burros o incluso vacas para facilitar que se les pueda herrar (poner herraduras) o curar. Se pueden contemplar en muchas localidades rurales de la geografía española. Para saber más.

Estos lavaderos o lavanderos, es un lugar, espacio o construcción donde se lava la ropa. Antes de la introducción del agua corriente en las casas, las poblaciones solían disponer de un lavadero público donde las mujeres acudían a hacer la colada y charlar de sus cosas.

Tras contemplar estas magníficas construcciones, continuamos por la carretera principal y enseguida llegamos a la altura de la casa rural La Solana de Babia. Justo en frente y al otro lado del río de La Carrera podemos apreciar un bonito hórreo.

LOS HÓRREOS DE TORRESTÍO: 

La arquitectura tradicional de Torretío es una de las más singulares de la cordillera cantábrica. Tanto la casa como los elementos auxiliares responden a las necesidades de una economía eminentemente ganadera. Los hórreos son de planta cuadrangular, con pegollos de piedra, aunque antaño, también los hubo de madera. La caja se realizaba con tablones de madera verticales, generalmente de roble, y se practicaba un acceso a través de una escalera de piedra. El tejado, a cuatro aguas, es de teja, rematado con un pináculo. En algunos casos aparece un corredor aprovechando el vuelo de la cubierta, donde se colgaban a secar algunos productos. Los elementos decorativos son también funcionales, como ranuras para la ventilación, o cruces que, a modo de amuleto, querían proteger su preciado contenido.

A poco más de 80 metros de la casa rural, un puente sobre el río de La Carrera nos sacará de la carretera principal y nos introducirá en la calle Real, la cual nos guiará por el centro de Torrestío, hasta llegar a la confluencia con la calle Lladera. 

En este tramo veremos algunas casas en ruina, dato que nos alienta sobre el abandono que poco a poco está sufriendo nuestras zonas rurales. Además podremos apreciar varios bonitos hórreos y como no el trasiego diario de los habitantes de Torrestío, donde sus tractores que trabajan la tierra cortan el paso en las diminutas calles del pueblo.

EL HÓRREO: Horreum es en latín lugar elevado. La presencia de hórreos es frecuente en todo el norte peninsular, desde el País Vasco hasta Portugal. La primera referencia escrita a ellos aparece en un documento de principios del siglo IX concerniente a Taranco de Mena, en Burgos.

En Babia están especialmente bien representados en dos de sus núcleos más norteños, Torrebarrio y Torrestío, donde predomina el hórrero de tipo "asturiano".

El hórreo ha sido un elemento básico en la tradicional economía de subsistencia propia e las zonas de montaña. En él se guardaban, lejos de la humedad del suelo y de los roedores, productos básicos que debían garantizar la subsistencia de la familia durante un año, como el grano, fruta, cebollas y otros productos cosechados a lo largo del verano y del otoño. Tras el sanmartín (la matanza), se disponía también en el hórreo para que fuera curando a lo largo del invierno, por lo que que éste debía estar siempre bien ventilado. Debajo, resguardado entre los pegollos, solían disponerse los aperos de labranza y el carro.

Ahora bordeamos por la izquierda la casa que tenemos de frente y en pocos pasos más llegamos a la espléndida iglesia Sacramental de Santo Tomás del siglo XVIII.

"...... Curiosamente, en las provincias del alto del Muñón o de la Mesa, hay un celebrado manantial llamado Fuente de los Güesos. La tradición dice que, a finales del siglo VIII, tras una aceifa musulmana contra las Asturias de Oviedo, las tropas de Alfonso II salieron tras las de Abd-el-Malik alcanzándolas en ruta hacia el Puerto de La Mesa, según esto, los huesos de la fuente no serían los de San Natanael sino producto de lo que allí sucedió (que en estos tiempos que corren ni siquiera se debe mentar). Pero si hacemos caso al muy erudito don Claudio Sánchez Albornoz, la paliza les fue propinada a los moros en el lugar de los Lodos (Illos Lutos, según las más antiguas crónicas). Y como el caserío de los Lodos está unos treinta kilómetros al norte del Puerto de la Mesa, otro hito de la leyenda local queda puesto en cuestión.

En cualquier caso, los mitos también adornan el paisaje que ya es bellísimo por naturaleza y por historia verdadera. En cuanto a los vecinos del lugar, ellos tienen los pies bien puestos en el suelo. Mira tú por donde jamás dedicaron su iglesia a San Natanael, sino a Santo Tomás, reconocido inventor del aforismo: "Si no lo veo, no lo creo........"

Fuente: Blog Bárbaru, como un sol no medio la nueite ...

Ya en la iglesia tomamos la calle que baja y que nos lleva directamente hasta la confluencia con el sendero que nos dirige hacia la cascada de la Foz. Nosotros nos encontramos con esta calle en obras y tuvimos que dar un pequeño rodeo para salvarla.

DESCIPCIÓN DEL RODEO: (Que al final nos pareció muy buena opción)

Retrocedemos por la calle más pegada a la iglesia hasta que salimos a la calle Lladera, que tomamos a la izquierda. Enseguida cruzamos el río Traspando por un pequeño puente que nos deja de nuevo en la carretera principal. Ahora torcemos a la izquierda y llegamos en nada a la altura del bar La Farrapona. Seguimos subiendo, y a los 80 metros nos aparece por la izquierda una calle que se precipita en busca del río Traspando.  La tomamos y nos introducimos en un bonito, pero pequeño bosque de ribera, que bordea una casa, hasta que nos encontramos con otro puente, esta vez de madera. Lo cruzamos y tras unos cuantos pasos más llegamos a la calle que viene de la iglesia.

Torcemos a la derecha y tras haber caminado 50 metros, un sendero ascendente, bien indicado, nos dirige hacia la cascada de La Foz.

Vamos ganando altura hasta que el sendero hace un giro a la derecha para dejarnos en unos prados, desde donde tendremos magníficas panorámicas del pueblo de Torrestío.

Atravesaremos todo el prado, sin pérdida ninguna, ya que el va y viene de la gente ha horadado un sendero bien visible que nos conduce hasta la cascada. Al final del prado torcemos a la izquierda y, enseguida cruzamos un pequeño puente de madera desde donde ya es visible la cascada y una pequeña construcción de mampostería que nos alerta de una antigua central hidroeléctrica, que probablemente diera energía eléctrica al pueblo de Torrestío.

Tras el puente torcemos a la izquierda y se nos presenta ante nosotros la bonita cascada con sus tres saltos de agua, para finalizar el sendero en la misma base de la cascada de La Foz, aunque también se la conoce por muchos como la cascada de Torrestío.

La cascada de La Foz se sitúa muy cerca del propio pueblo de Torrestío, teniendo su nacimiento en la fuente de la Salud y siendo especialmente llamativa por su abundante caudal que se despeña por la vertiente opuesta del río.

Tras disfrutar de esta maravilla, retrocedemos hasta llegar al camino principal, que en esta ocasión tomamos a la izquierda y, que en pocos pasos más nos introducimos en la calle Río. Justo aquí y por la derecha nos encontramos una casa, que en su patio de entrada tiene un magnífico hórreo muy bien conservado.

Al entrar en la calle Río nos sorprende otro bonito hórreo, que lo tenemos justo de frente. En este punto torcemos a la derecha tomando el callejón del río y, que nos dejará de nuevo en la carretera principal.

Ya solo nos queda llegar a nuestro vehículo, tomarnos unas cervezas fresquitas y dar por concluida esta magnífica excursión, donde hemos disfrutado de unos cuantos hórreos y una cascada casi en el mismo pueblo.

Después sin más, nos vamos al camping donde disfrutaremos de una tarde de relax, leyendo y dándonos unos chapuzones en las frías aguas del río Luna, que bañan todo el perímetro del camping. Todo un lujo en estos tiempos que corren.

Los excursionistas