Luarca, el pueblo blanco en la costa verde (Luarca - Asturias)

Según un dicho muy popular y arraigado, Luarca es la villa blanca de la costa verde, y es que lo primero que te llamará la atención es el blanco como color predominante cuando echas un vistazo general a esta ilustre villa. Sin duda es la más blanca de toda la costa asturiana.

Si llegas a Luarca por la zona de Villar, sus casas indianas te ofrecen un recorrido por las residencias de aquellos asturianos que emigraron a las indias y regresaron con fortuna, al caminar por la atalaya verás 

LUARCA

LA VILLA COSTERA DEL OCCIDENTE ASTURIANO

SUS JARDINES, SU CEMENTERIO Y SUS CALLES

Según un dicho muy popular y arraigado, Luarca es la villa blanca de la costa verde, y es que lo primero que te llamará la atención es el blanco como color predominante cuando echas un vistazo general a esta ilustre villa. Sin duda es la más blanca de toda la costa asturiana.

Si llegas a Luarca por la zona de Villar, sus casas indianas te ofrecen un recorrido por las residencias de aquellos asturianos que emigraron a las indias y regresaron con fortuna. Al caminar por la atalaya verás dónde los oriundos se reunían para encender los fuegos y orientar a los barcos antes de construir el faro en la punta Focicón en 1862.

Además se podrá visitar su cementerio, sobre una colina, que está considerado uno de los más bellos de España por sus espectaculares vistas al mar y donde descansan los restos del Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa, padre de la genómica moderna. Muy cerca se encuentra la Mesa de Mareantes, en la que los antiguos marineros debatían sobre la conveniencia de salir al mar en función de las inclemencias meteorológicas.

Así es la villa Blanca. Surcada por el río Negro, con hermosas playas, y con un importante puerto pesquero y deportivo, pero ante todo, un pueblo marinero con solera donde las haya y una de las más animadas de toda la costa asturiana. No en vano celebra en agosto dos citas ineludible: las fiestas de Nuestra señora del Rosario y las de San Timoteo, ambas declaradas de interés turístico.

COMO LLEGAR

La forma más rápida de acceder a Luarca por carretera es la autopista A8 que recorre todo el litoral asturiano de este a oeste. Esta autopista tiene dos puntos de acceso, uno en el extremo más occidental (el que tomaremos si venimos desde el centro de Asturias) y otro en el más oriental (la salida para aquellos que vengáis desde el extremo occidental). Una vez en Luarca el aparcamiento disponible depende mucho de la época del año. En temporada alta (Semana Santa, festivos y entre julio y agosto) es un poco más complicado aparcar. Existen cuatro zonas habilitadas para el aparcamiento gratuito.

COMO LLEGAR A LUARCA

DONDE COMER Y DORMIR

Oricios, esencia de mar. Un manjar que te puedes tomar en cualquier restaurante. Foto: El Pais

Uno de los principales atractivos de Luarca es su gastronomía. En Luarca, uno de los principales puertos pesqueros de Asturias, tienen fama sus pescados y mariscos. En especial la Caldereta al estilo Luarca y los pescados de Roca, como las botonas, los xargos o los salmonetes. No se marche sin probar algún marisco de la zona: centollos, llubricante, buey de mar, nécoras u oricios, todos ellos con sidra están deliciosos.

DONDE COMER EN LUARCA

(Restaurantes, bares y sidrerías)

TODOS LOS ALOJAMIENTOS DE LUARCA

Nosotros en esta ocasión elegimos para dormir la hermosa playa de Otur. Esta playa de gran belleza y valor paisajístico, es una de las que registra mayor nivel de ocupación durante el verano. El arenal está limitado por dos arroyos y cuenta con un sistema dunar propio. Forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental.

FURGOPERFECTO

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

MAPA TURÍSTICO DE LUARCA (PDF descargable)

CARACTERÍTICAS TÉCNICAS

Dificultad: Muy fácil, ideal para toda la familia.
Sendero señalizado:  No
Época recomendada: Todo el año.
Fecha de la excursión: 07 de Agosto del 2020
Puntos de agua potable: En el recorrido nos podemos encontrar con varias fuentes públicas, y un sin fin de bares y tiendas donde poder comprar agua.
Sugerencias: Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).

Cartografía: La que nos proporciona la oficina de información turística
Enlaces de interés:  Ayuntamiento de Luarca (Web oficial)

                                   Oficina de Turismo de Luarca (Web oficial)

                                    Las 10 mejores cosas que ver y hacer en Luarca (Blog turístico)

                                    Las playas de Luarca (Web Turismo de Luarca)

                                    Ruta por los rincones de Severo Ochoa 

                                    Severo Ochoa - Vida y obra (Wikipedia)

                                    Luarca a vista de dron (Youtube)                                                               

LA VISITA

Describir un itinerario fijo en este post nos parece algo que no tiene sentido, lo más lógico y comprensivo es perderse entre sus calles, su puerto, sus casas de indianos y sus rincones escondidos, y la única forma de conseguirlo es dejándose llevar. Nosotros así lo hicimos y disfrutamos muy mucho de su sabor marinero.

De todas formas, dejamos expuesto lo más característico de este maravilloso pueblo, donde tendrás la oportunidad de descubrirlo por ti mismo.

Nosotros dejamos el coche en el aparcamiento gratuito que está bajo los jardines de la Fonte Baixa. Están bastante bien situados y junto a la playa de Luarca. Es bastante amplio y puede albergar bastantes coches. Este aparcamiento se encuentra a escasos 700 metros del puerto de Luarca, siendo un lugar estratégico para estacionar ya que todo el mundo intentará aparcar lo más próximo al pueblo.

LUGAR DONDE ESTACIONAMOS NUESTRO VEHÍCULO

PRIMERA PARADA: La playa de Luarca

Tras dejar nuestro vehículo, lo primero que nos llamará la atención es la céntrica playa de Luarca. En forma de concha y resguardada por espigones, tiene la peculariedad de que unos peñascos en medio de la arena la separa en dos mitades (Luarca I y II).

En verano, descansar en su fina arena y darse un chapuzón en sus aguas, se convierte en todo un lujo al alcance de todo viajero. Muy cerca, y en sentido contrario al pueblo, se encuentra la playa de Salinas, a la que se accede a pie desde el mismo aparcamiento, siendo esta la tercera de las playas que nos encontramos en este paisaje protegido. En los alrededores de Luarca, a muy pocos kilómetros de la misma, son muchas las hermosas playas que podremos visitar: Playa de Cadavedo, playa de la Cueva, playa de Portizuelo, playa natural de Barayo, playa de Otur y la playa de Touran. Como curiosidad, tenemos que mencionar y destacar la playa de Portizuelo, playa pedregosa de cantos rodados por la que solía pasear Severo Ochoa y donde en un pasado no muy lejano, las aldeanas de la zona se bañaban vestidas.

SEGUNDA PARADA: El puente del Beso.

Tras contemplar y disfrutar de esta magnífica playa, continuamos caminando por la periferia del barrio Pescadería, que  nos queda a mano derecha. Enseguida vemos un puente que salva el río Negro y que nos llevaría al bonito edificio del Club Náutico. 

Cruzamos y nos dirigimos hacia el final del espigón desde donde tendremos magníficas vistas de la entrada al puerto y donde disfrutaremos de los barcos pesqueros que regresan con sus redes llenas de pescado para descansar de unas jornadas duras en el mar.

Ahora retrocedemos y volvemos a cruzar el puente, torcemos a la izquierda y seguimos caminando río arriba, teniendo magníficas vistas del curso de agua, que nace junto a la braña de Alzada de Masenga, hasta que desemboca en el Mar Cantábrico, a través de Luarca. Esta última parte, el río traza un serpenteante recorrido, cuyos barrios quedan unidos entre sí por 7 puentes, siendo el más celebre el Puente del Beso, Que sería el segundo de los puentes que nos encontramos en nuestro caminar. Distante solamente 100 metros entre ambos.

Puente del Beso. Foto extraída y propiedad de Sobre Leyendas

De esta manera descubrimos el puente y su leyenda: Es la historia del temible pirata Cambaral, que durante la Edad Media tenía aterrorizados a los habitantes del lugar con su ataque a los barcos españoles. El celebre saqueador fue capturado por Hidalgo, orgulloso señor de la Atalaya, y se enamoró perdidamente de su hija cuando ella acudió a curarle las heridas. La joven le correspondió y decidieron huir juntos. Antes de marcharse se dieron un beso apasionado, con la mala suerte de que fueron descubiertos por el padre, que, al sentirse traicionado, les mató con la espada y cortó sus cabezas. Los cuerpos permanecieron unidos y las cabezas rodaron al mar. Según la leyenda, ciertas noches se escuchan palabras de amor en el lugar.

La leyenda asturiana del Puente del Beso

TERCERA PARADA: El muelle pesquero y deportivo

El puente, que rinde homenaje a los enamorados, se ubica en el barrio de la Pescadería, el más antiguo del lugar, junto con el de Cambaral, situado al otro lado del río y al que da nombre el pirata. Lo cruzamos y torcemos a la derecha y pasando por un lateral de la Iglesia de Santa Eulalia, que sustituyó a otra medieval. Aún conserva varios retablos barrocos del siglo XVIII. Tras la iglesia llegamos al muelle a la altura de la lonja.

El paseo del Muelle es uno de los puntos clave del recorrido por la villa de Luarca. Comienza desde la lonja de los pescadores (también conocida como "la rula") y termina en la explanada del Muelle nuevo.

Es un paseo acogedor y reconfortante que invita a los viajeros a disfrutar de las vistas del puerto, de los grandes barcos y de las pequeñas embarcaciones salpicadas de diferentes colores, dando un ambiente muy especial al barrio del Cambaral y al mar Cantábrico.

Además a lo largo de este recorrido es donde se concentra gran parte de los restaurantes y bares de la zona donde poder sentarse a descansar un rato y degustar algún pescado, algún marisco o simplemente tomarte unas sidras contemplando lo bonito del lugar.

Al final de este paseo se encontraba el Museo del Calamar gigante, que tras un duro invierno de grandes marejadas, el edificio quedó destrozado. Actualmente aún no se ha habilitado un espacio en concreto que sustituya el museo original. Se habla y dice que la nueva ubicación será en un antiguo cine, que abriría en 2021.

Al final del muelle nuevo, nos encontramos con un gran barco de pesca que hace las delicias de los más pequeños, queriendo entrar y recorrer sus entrañas.

Nuestro consejo es que os dejéis llevar y disfrutéis del paseo y del puerto en todo su esplendor.

CUARTA PARADA: El faro, la capilla  Blanca o de la Atalaya y el cementerio

Justo pasado el barco, unas escaleras nos transportan hasta la parte alta del espigón, donde tendremos la puerta trasera del cementerio de Luarca. Giramos a la izquierda y avanzamos por la acera de la carretera VA-1, bordeando el cementerio y el faro y a la altura de la ermita, nos encontramos un pequeño sendero por la derecha que nos deja en el promontorio de la Atalaya, que hiere al norte a la mar cantábrica en la Punta Focicón, donde se encuentra el histórico y bello conjunto formado por el faro de Luarca y la Capilla de la virgen Blanca.

El faro de Luarca, inaugurado en 1862, se ubica en el lugar donde aún se conservan restos de la muralla de vigía del fuerte que sirvió de baluarte defensivo de la villa ante los ataques corsarios ingleses y franceses entre los siglos XVI-XVIII. Consta de vivienda con cubierta de pizarra y torre de sección cuadrada rematada en la linterna, a la que se accede en el interior por una escalera de caracol fabricada en fundición de hierro. Cuentan las historias que ya en el siglo X se reunían en este promontorio los hombres del Gremio de Mareantes para encender fuegos que orientaran a las embarcaciones por la costa.

La ermita de la Blanca o la Atalaya.Templo gremial de las gentes de la mar, ya existen referencias de la primitiva Ermita de  la Atalaya del siglo XIV. Ampliada y mejorada a principios del siglo XVII, debe su estructura actual a las reformas realizadas en el siglo  XVIII. Sirvió de faro de navegantes hasta 1850 con una luz pegada por los marineros que se encendía en el campanario.

Antaño partía desde la ermita la procesión que bendecía las olas los días de tormenta, en la que los luarqueses cantando la Salve Stella Maris seguían con teas encendidas al sacerdote que portaba la imagen de la virgen, dando la vuelta al campo del Calvario hasta hincarse de rodillas a rezar frente a la mar  por la salvación de los marineros que se hallaban faenando lejos del puerto.

 

El camposanto de Luarca. Probablemente sea el lugar más citado y visitado del occidente astur. Fue nombrado como uno de los diez cementerios más bonitos de España y motivos no le faltan ya que, a pesar de ser un enclave cubierto de tristeza y recuerdos, es el sitio desde donde se pueden tomar las mejores instantáneas, y en el cual se puede contemplar a la perfección Luarca, sus playas y el horizonte cantábrico. En este cementerio descansan los restos de uno de los vecinos más ilustres de la localidad, el Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa Albornoz.

Existe una ruta turística que recorre sus rincones favoritos y ofrece una visión más personal e íntima de la localidad. Ruta turística  Severo Ochoa. Siguiendo sus pasos.

Tumba de la familia Ochoa. Fuente: Turismo Luarca

QUINTA PARADA: Barrio del Cambaral

Desde el cementerio descendemos por la calle que nos queda más a la derecha y por la que nos introducimos de lleno en el barrio del Cambaral.

Desde la puerta del cementerio y a los 90 metros calle abajo, nos encontramos con la mesa de los mareantes, el monumento más importante de El Cambaral, ubicado en una plazuela con vistas al puerto, el valle y la serranía. En este lugar se reunía el antiguo gremio de marineros de Luarca para organizar la próxima campaña ballenera y decidir si saldrían o no a la mar en los días de tempestad. Junto a la mesa, nos encontramos una serie de paneles de cerámica de Talavera donde detallan episodios de la historia de la villa, desde el siglo IX al XIX, que nos ayudan a entender la esencia de un lugar con un vínculo ancestral con el Cantábrico. Se completa el conjunto con unos versos grabados del poeta José María Uncal que evocan a las víctimas de la mar así como un cañón y un ancla.

La Mesa de los Mareantes, Luarca. Foto extraída de Turismo Luarca

Lo que ahora proponemos es perderse por este barrio y disfrutar de sus rincones secretos. Aquí las casas de fachadas blancas, trazos coloridos y tejados negros de pizarra parecen estar construidas unas sobre otras en una de las colinas que protegen la dársena del viento y la marejada. Es esta la zona más antigua de Luarca, junto con la de la Pescadería, al otro lado del puerto, ambas de tradición marinera y origen medieval. 

Tras el barrio llegamos de nuevo al puerto. Hasta el siglo XIX partían bergantines rumbo a las Américas desde este importante fondeadero, que aún hoy es un referente en la pesca de bajura. Merluza, caballa, pixín (rape), pulpo, calamar, pescado de roca o marisco...

Los barcos regresan con los mejores frutos del mar listos para ser vendidos en la lonja, o la rula, como la llaman aquí. Con el sonido de la sirena, acuden los compradores para pujar y surtirse de la mejor mercancía posible, la del Cantábrico.

Atravesamos el puerto y nos introducimos en el entramado urbano donde encontramos de nuevo la iglesia de Santa Eulalia. A continuación nos aparece la plaza de Alfonso X el Sabio, presidida por el Ayuntamiento de 1912, obra ecléctica del arquitecto Manuel de Busto. Muy próximo está el Palacio de los marqueses de Gamoneda donde se alberga la exposición permanente Severo Ochoa y la oficina de Turismo.

Ya en la plaza de la constitución podremos observar la antigua plaza de abastos (actualmente cerrada y sin uso). Ahora seguimos avanzando por la calle Párroco Camino y enseguida llegamos a la plaza Carmen y Severo Ochoa, donde antes de entrar a ella y por la izquierda veremos una Caja Rural. Aquí nació Severo Ochoa.

Plaza Carmen y Severo Ochoa. 

Casa Natal de Severo Ochoa. Actualmente una caja Rural

Detrás de las puertas de esta casa vio la luz en el seno familiar el ilustre científico Severo Ochoa, hijo de D. Severo Manuel Ochoa y Dña. Carmen de Albornoz. Desde este hermoso rincón de la villa de Luarca, que siempre tuvo en su alma y hoy lleva su nombre y el de su amada esposa Carmen, inició un camino para descubrir los secretos de la vida que le llevaría a volcarse y convertirse en uno de los más prestigiosos científicos del siglo XX.

Tras visitar la casa natal volvemos sobre nuestros pasos y retrocedemos de nuevo hasta la plaza de la Constitución. En esta misma plaza comienzan los denominados "escalerones" (calle Olavarrieta), una de las calles más pintorescas de la villa y que asciende hasta el Palacio del Marquéz de Ferrera, actual sede de la Casa de Cultura, de origen bajomedieval y reformado sucesivamente desde el siglo XVI.

Plaza de la Constitución

Calle Olavarrieta

Si tenemos más tiempo merece la pena acercarse a los barrios burgueses de Barcellina y Villar, poblados de quintas de Indianos desde bien avanzado el siglo XIX, que merece mucho una visita. Nosotros ya no tenemos más tiempo, solo el justo para visitar los jardines de la Fonte Baixa, que se encuentra justo donde tenemos aparcado nuestro vehículo.

ULTIMA VISITA: Jardines de la Fonte Baixa.

Ya en el aparcamiento donde tenemos el coche, unas escaleras nos suben a nuestra última parada, los jardines de la Fonte Baixa (entrada 5 euros persona).

Hace 22 años, José Javier Riviera, fundador de Panrico en España, se enamoraría de este lugar, compraría una casa y las fincas colindantes para crear el mayor jardín botánico particular de Europa. José Manuel, cuidador del recinto, nos guía por esta selva con 600 variedades diferentes de plantas y árboles repartidas en 20 hectáreas con un microclima húmedo que se siente nada más entrar.

Jardines de la Fonte Baixa. Fuente de la fotografía: Turismo Luarca

"El objetivo es proyectar en un mismo lugar la mayor cantidad de especies vegetales posible", explica José Manuel mientras avanzamos por los senderos que se pierden entre la maleza. Puedes encontrar especies de clima tropical, de Siberia, de manglar, autóctonas o desérticas. Helecho arbóreo de Australia, azaleas, rododendros, camelias, hortensias, cedros del Atlas, pinos de Canadá o secuoyas de EE.UU. Un viaje natural al rededor del mundo.

JARDÍN DE LA FONTE BAIXA

(Precios, horarios y reservas)