5ª Etapa (Sertã - Évora) - Desvío de la N2

5ª ETAPA DE LA ESTRADA NACIONAL 2

SERTA - ÉVORA
(Desvío de la N2)
195 kilómetros



Bienvenidos a la quinta etapa de nuestra ruta por la N2, la Ruta 66 de Portugal. En esta quinta jornada de viaje, después de recorrer el tramo entre Tondela y Sertã el día anterior, partimos camino de Évora (patrimonio de la Humanidad), metiéndonos de lleno en la zona sur de Portugal.

Salimos de Sertã y llegamos a Vila de Rei. Localidad que marca el centro de Portugal, casi la mitad de la N2. Con un paisaje mayoritariamente montañoso, está rodeada de arroyos y del propio río Zezere, habiéndose identificado el centro geodésico de Portugal en la cima de la Sierra Melrica.


En este municipio nos encontramos con el Centro geodésico de Portugal (coordenadas GPS: 39.694608 -8.130060). A parte del punto central de Portugal, nos impresionará las vistas que depara este lugar. Aquí también se puede visitar gratis el museo de Geodésia, en el que además puedes solicitar un diploma de tu paso por el centro de Portugal Continental. El museo abre de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00. Nosotros tuvimos poca suerte, ya que hacía un día muy nublado y no pudimos disfrutar del paisaje.




No es que Vila de Rei sea un  pueblo expecialmente bonito, pero es parada obligatoria para poner el sello en nuestro pasaporte. Así que aprovechamos para dar un paseo por el pueblo y para visitar su iglesia y algún que otro mural.


Si tenemos tiempo y mucha calor podemos desviarnos e ir a la playa fluvial do Peneda Furado. Uno de los balnearios más populares de este municipio. Con aguas cristalinas, cascadas y un paseo con impresionantes vistas. (Coordenadas GPS: 39.625605 -8.161331).

Dejamos atrás Vila do Rei y ponemos rumbo a Sardoal, el siguiente pueblo de la ruta. Igual que en el caso de Vila de Rei, Sardoal es parada obligatoria para sellar el pasaporte pero poco más. Lo más característico de esta localidad son las fachadas blancas y amarillas, pudiéndose visitar la plaza del pueblo que tiene encanto, sus dos iglesias y un convento del siglo XVI.





Desde Sardoal puedes desviarte un par de kilómetros para visitar los moinhos de entrenihas, pero no te preocupes, porque en la siguiente etapa podrás visitar varios molinos parecidos sin prácticamente salir de la N2.

Y unos 15 kilómetros después nos encontramos con Abrantes, la última localidad antes de cruzar el río Tajo y antes de que cambie el paisaje por completo.


Abrantes es un pueblo bastante grande y puede ser muy útil si necesitas hacer una parada técnica para echar gasolina o hacer alguna compra. Tiene todos los servicios necesarios y varios supermercados.

CASTILLO DE ABRANTES 

El punto de interés más importante de Abrantes es su castillo (coordenadas GPS: 39.465417 -8.195691), o lo que queda de él. Se encuentra en lo más alto del pueblo. Su interior se puede visitar completamente gratis y abre todos los días excepto los lunes. 

Construido por orden de D. Afonso Henriques en el siglo XII, la fortaleza de Abrantes jugó un papel importante como punto estratégico en la defensa de la Línea del Tajo. Durante este período, en los inicios de la nacionalidad, y a pesar de no haber seguido siendo templario, destacó por su contribución a la defensa del territorio frente a una posible invasión musulmana. De este período resultaron algunas huellas de arquitectura militar y estilo Románico. En el siglo XIII, durante el reinado de D. Dinis fue remodelado, restaurando una obra de arquitectura militar gótica.





IGLESIA DE SANTA MARÍA DO CASTELO

Esta iglesia está situada en el interior del castillo, construida entre los siglos XIII y XV. En su interior se encuentra el museo D. Lopo de Almeida. Entre varias exposiciones vinculadas a la historia local, también se encuentra el panteón de los Almeidas, nobles históricos de la región de Abrantes.



Antes de partir de Abrantes, no dejes de dar un paseo por el pueblo, porque la zona centro tiene bastante encanto con sus calles empedradas y sus fachadas blancas y amarillas. También tiene unas cuantas iglesias. Para los más golosos, aquí podremos encontrar la especialidad "PAIHA DE ABRANTES", una pequeña torta redonda cubierta con hilos de huevo.


Y después de visitar Abrantes, por fin cruzamos el río Tajo y ponemos rumbo a Ponte de Sor. A partir de este momento dejamos de estar entre montañas, cambiando el paisaje completamente. Bienvenidos a Alentejo.

ESTAMOS EN ALENTEJO

En esta zona, además de muchos olivos, empezaremos a observar muchos árboles (alcornoques) sin corteza, y es que, por si no lo sabías, Portugal es el mayor exportador de corcho del mundo.


Esta ciudad con una gran vinculación en cuanto a la extracción del corcho , debe su nombre a un puente romano que existió aquí y que fue reconstruido durante el siglo XVI. Actualmente casi inexistente. Su conexión con la naturaleza invita a detenerse aquí. Es un pueblo bastante grande que puede ser interesante para hacer una parada técnica o para dar un paseo. Más allá de la parada para poner el sello en el pasaporte y el paseo por la zona riberinha, en Ponte de Sor no hay mucho más que hacer. Eso sí, disfrutar de sus parques y de su arte urbano.

MURAL NOSSASENHORA DA CORTICA 
(coordenadas GPS: 39.247616 -8.012912)


MURAL O TEMPO TUDO CURA
 (Coordenadas GPS: 39.247102 -8.008429)


PONTE DE SOR 
(coordenadas GPS: 39.254950 -8.004747)

Actualmente en este lugar solo queda un puente moderno y peatonal. Justo al lado está la zona riberinha, un parque donde se puede uno dar un paseo muy agradable junto al río.




Dejando atrás Ponte de Sor  y siguiendo nuestra ruta, empezamos a divisar el ambalse de Montargi, una impresionante masa de agua formada gracias a la construcción de la presa de Montargil, que está unos kilómetros más adelante  que fue construido entre los años 1954 y 1958. La carretera transcurre con paisajes idílicos que dan ganas de parar y disfrutar cada kilómetro. Justo al final del embalse, poco antes de llegar a la presa, en lo alto de una pequeña montaña se encuentra el pueblo de Montargil.
Típico pueblo alentejano de fachadas blancas y amarillas. No es un pueblo muy grande, pero puedes parar a echar un vistazo a su iglesia y sus tres capillas: La de San Antonio, la de Sao Sebastiao y la de Sao Pedro.


El siguiente pueblo que nos encontramos será Mora, que al igual que Montargil (y en realidad igual que todos los pueblos que veremos en esta etapa), Mora también es un pueblo típico del Alentejo. No nos podemos perder la plaza del pueblo con los antiguos Pacos do Concelha y la Torre del Relog.
Si tenemos tiempo de sobra otro punto interesante es el Museo interactivo do Megalitismo. Y es que, como irás viendo un poco más abajo en esta etapa, esta zona conserva bastantes vestigios del Megalítico.



Tras visitar Mora, tienes la opción de desviarte a Coruche para poner el sello en el pasaporte. Nosotros no lo hicimos porque consideramos que tenía poco que ver/hacer más allá de poner el sello.

Seguimos camino de Évora y nuestra siguiente parada es un pueblo encantador: Brotas. Este es un pequeño pueblo, siendo un lugar precioso para darse un paseo y empaparse de ese ambiente alentejano.



Este pueblo está literalmente atravesado por la N2, estando además lleno de leyendas, lugares misteriosos y gente fantástica. Aquí se desarrolló el mayor culto mariano de Portugal entre los siglos XVI y XVII. Aquí las casas, en vez de ser blancas y amarillas como hasta ahora, son blancas y azules. Lo más característicos de este pequeño pueblo es el santuario de Nossa Senhora de Brotas y sus calles adoquinadas y con un blanco/azul que resalta muchísimo a la vista.

SANTUARIO DE NOSSA SENHORA DE BROTAS
 (coordenadas GPS: 38.870650 -8.154007)

Este es un hermoso templo del siglo XV, construido en honor a Nuestra Señora que, según cuenta la leyenda, se apareció a un pastor en esta localidad.



RUA  DA IGREJA

Esta calle cuenta con históricas y hermosas casas, algunas de las cuales sirvieron de refugio a los numerosos peregrinos que, principalmente entre los siglos XVI y XVII, acudían y se quedaban a rendir culto a la Virgen de Brotas.


Los siguientes kilómetros después de Brotas nos llevan por una zona cuyo paisaje nos recuerda a Extremadura. A la altura del kilómetro 496, justo al lado de la carretera, se encuentra el Anta do Vale do Beiró, (coordenadas GPS: 38.822614 -8.197129) un dolmen de la época Neolítica. Junto al dolmen, se encuentra un cartel informativo, que nos señala todos los lugares donde hay restos megalíticos.




Y llegamos a Ciborro, que está justo en el kilómetro 500 de la N2. Nuestra aventura por la Ruta 66 de Portugal está cerca de su final, pero aún quedan cosas interesantes que visitar.
Este es un pequeño pueblo de carretera cuyo único interés es la señal que marca el punto kilométrico 500 y algunos de sus bares que utilizan la decoración de la N2 como reclamo. Y es que Ciborro es un pueblo orgulloso de pertenecer a la N2 y de albeargar su Km 500 (coordenadas GPS: 38.799971 -8.228223)

Antes había un cartel muy chulo que indicaba el Km 500 pintado en un muro, donde además se podía poner tu pegatina o tu firma confirmando que habías pasado por allí. En la actualidad (2022) ese cartel ya no está y no sabemos si lo volverán a pintar. El caso es, que nos llevamos una decepción.



Justo enfrente del Km 500 hay un bar/cafetería donde podrás refrescarte e incluso comprar algún tipo de merchandising relacionado con la N2.




Los siguientes casi 20 kilómetros por la N2 hasta Montemor-O-Novo transcurre por una carretera bastante recta, custodiada por filas de árboles a ambos lados de la carretera.
Y llegamos a uno de los puntos más importantes de esta quinta etapa por la N2: Montermor-O-Novo.


Se trata de una importante población que fue reconquistada en 1160 a los moros y repoblada por D. Sancho I en el 1201. Fue sede de Cortes, convocadas por João II durante 1477 y por D. Manuel I en 1495. Poco después el marqués de Montemor-O-Novo, hijo de los duques de Branganca, tuvo que huir a España cuando se descubrió que conspiraba contra la vida de D. João II. Durane los siglos XV Y XVI fue residencia de varios reyes y llegó a contar con cuatro parroquias y hasta ocho conventos, lo que da prueba de su gran importancia. 

Nosotros aquí solo visitamos los dos puntos más importantes: El castillo de Montemor-O-Novo y la ermita de Nossa Senhora da Visitacao.

CASTILLO DE MONTEMOR-O-NOVO
 (Coordenadas GPS: 38.643463 -8.216559)

De la muralla, construida por orden del rey Denis, en el siglo XIII, subsiste el trozo principal protegido por once torreones cilíndricos. En el s. XIV fueron reforzados los elementos defensivos de esta estructura como las barbacanas. La alcazaba de planta rectangular y protegida por dos torres, actualmente en ruinas, ya existía en la época del rey Sancho I (s. XII).
Visitar el castillo es gratis y, aunque quedan pocos edificios en pie, merece la pena y es súper interesante.




ERMITA DE NOSSA SENHORA DA VISITACAO 
(Coordenadas GPS: 38.656224 -8.203323)

La ermita construida en el siglo XVI, tiene el mismo aspecto que la mayoría de las iglesias de Alentejo, con su fachada blanca y ese azul característico. En el interior, se podrá disfrutar de algunos paneles de azulejos sobre la vida de la virgen María que se añadieron en el siglo XVIII. Sin duda, lo mejor de este lugar son sus vistas panorámicas de Montemor-O-Novo con el castillo al fondo.



A parte de estos lugares en Montemor-O-Novo también hay algunos edificios e iglesias importantes que se pueden visitar si tenemos tiempo.

Igreja de Sao Joao Baptista
Antiguo convento de Sao Domingos
Igreja Matriz
Igresa da Misericordia
Igreja de Santiago

Tras la visita a Montemor-O-Novo, comenzamos un desvío (que nos llevará hasta Evora) para visitar algunos vestigios megalíticos de la zona: como la gruta de Escoural (que veremos en la siguiente etapa), el Cromeleque des Almendres, Menir dos Almendres y el Anta Grande de Zambujeiro.

CROMELEQUE DOS ALMENDRES
 (Coordenadas GPS: 38.557720 -8.061618)

El Cromeleque dos Almendres es un monumento megalítico construido en el neolítico hace entre 5.000 y 6.000 años. A pesar de que está demostrado que este tipo de monumentos tienen algo de sagrado, todavía no está muy claro cuál es su significado.
Se cree que, por la colocación de los menhires, está relacionado de alguna manera con los movimientos del sol y la luna y que era lugar de reunión de los pueblos de los alrededores para celebrar los grandes ciclos de la naturaleza.

La única pega que podemos poner es que el camino de acceso, además de ser de tierra, está lleno de agujeros, así que llegar se hace un poco pesado. Pero sea como sea, la visita es bastante interesante.


MENIR DOS ALMENDRES 
(Coordenadas GPS: 38.566018 -8.046195)

Se trata de un menhir de granito porfiróide de grandes dimensiones, con cerca de 3.5 metros de altura a partir de la superficie del suelo, con sección elíptica de 1.20 x 0.80 metros. Ostenta en su tercio superior una decoración compuesta por un báculo y un rango de líneas onduladas.
Está plantado en la cima de la ladera, a 1.3 kilómetros del crómeleque de los Almendros, presentándose aislado de este, aunque se cree que hay una relación íntima entre ambos, una vez que su alineación coincide con el nacer del sol durante el solsticio de verano.

Para llegar hasta él, hay que dejar el coche en las coordenadas indicadas, e ir andando por un pequeño sendero durante 300 metros pegados a la valla que delimita una finca particular.


ANTA GRANDE DO ZAMBUJEIRO 
(Coordenadas GPS: 38.537233 -8.012824)

Cerca del Cromeleque dos Almendres se encuentra el Anta Garande do Zmbujeiro, otro de los vestigios megalíticos que se pueden ver en esta zona. Al contrario que el anterior, en este caso sí que se tiene clara su finalidad: era una cámara funeraria colectiva. De hecho, es el monumento funerario megalítico más grande del que se tiene constancia en la Península Ibérica.
Tiene entre 5.000 y 6.000 años y su función era albergar los cuerpos de los fallecidos acompañado de algunos de sus objetos cotidianos: recipientes cerámicos o herramientas de piedra. Se cree que estuvo en uso hasta 1.500 a.C. en plena Edad de Bronce.
Su visita es gratis.


Según disfrutamos de estas construcciones megalítica, vamos poniendo rumbo a Évora, que será el punto final de la etapa del día.

DONDE DORMIR EN ÉVORA

Tenemos que tener en cuenta que encontrar alojamientos baratos en algunos puntos de la ruta no es tan fácil como podríamos suponer, sobre todo en temporada alta. y es que al final, los pueblos por los que pasa la ruta, en general, no son muy grandes, así que las opciones de alojamiento están algo limitadas. 


Nosotros elegimos para dormir, los aparcamientos que se encuentran muy cerca del centro de Évora. Es el lugar donde ponen el mercado, así que cuando hay, no podremos pernoctar. El sitio es grande, donde a partir de las 8 de la mañana empieza el bullicio de los que van a trabajar y los turistas que aparcan sus coches. Merece la pena por lo céntrico que está. No hay baños, ni ningún servicio, solo es una explanada de tierra.



DONDE COMER EN ÉVORA

Dulce de Alentejo: Fuente:Visitevora
En esta región de Portugal, como todo el mundo sabe, probar la cocina es imprescindible. La razón es simple: deliciosos ingredientes del Alentejo junto con las sabias manos de las personas que han vivido aquí durante generaciones.



OBJETIVO CONSEGUIDO
TODOS LOS SELLOS PUESTOS





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