La senda de las carboneras (La Hiruela - Madrid)

El oficio de carbonero es, de entre los relacionados con el monte y la madera, uno de lo más extendidos por la península Ibérica. Los distintos pueblos han usado la madera que la naturaleza les proporciona, en sus respectivas zonas, para elaborar carbón vegetal. La carbonera se prendía por arriba metiendo ramas finas y un tomillo, una vez se encendía se abrían unos botones (agujeros) para que saliera el humo por arriba, y a medida que el fuego iba bajando se iban abriendo más abajo.
LA SENDA DE LAS CARBONERAS

RESERVA DE LA BIOSFERA SIERRA DEL RINCÓN
LA HIRUELA
MADRID



El oficio de carbonero es, de entre los relacionados con el monte y la madera, uno de lo más extendidos por la península Ibérica. Los distintos pueblos han usado la madera que la naturaleza les proporciona, en sus respectivas zonas, para elaborar carbón vegetal. La carbonera se prendía por arriba metiendo ramas finas y un tomillo, una vez se encendía se abrían unos botones (agujeros) para que saliera el humo por arriba, y a medida que el fuego iba bajando se iban abriendo más abajo.
A medida que la leña se iba quemando había que ir atacando la carbonera (metiendo más leña y volviendo a cerrar). En la parte de debajo de las carboneras se abrían las bufardas, para que  con los botones hiciera corriente para que toda la leña se prendiera, una vez que la carbonera estaba toda encendida se cerraban los botones y las bufardas, así la leña se iba quemando poco a poco.
El trabajo en la carbonera se desarrollaba durante el invierno. Se tenía más de una carbonera en acción, por lo tanto se pasaba mucho tiempo en el monte, por ello se construía un chozo, que se hacía con cuatro palos como armazón y se cubría por fuera con ramas, hojarasca y césped en la parte de abajo, arriba tenía un agujero para que saliera el humo, puesto que dentro se hacía lumbre para preparar el puchero de judías, cocido, etc.... y además había dos camastros hechos con sacas rellenas de paja. En el chozo no faltaba el botijo y la bota, y la jornada comenzaba con un almuerzo de patatas secas con tocino...
Relacionado con el oficio de los carboneros, en la zona se cantaba un cantar que se ha recuperado de su memoria, cuando comenzamos a hablar de los carboneros, dice así:

El carbonero por las esquinas va pregonando carbón de encina.
Carbón de encina, cisco de roble, la confianza no está en los hombres.
No está en los hombres, ni en las mujeres; está en el tronco de los laureles.
No está en el tronco, ni está en las ramas;
está en la gracia, de una serrana.
Esa serrana me da la vida me da la vida y el corazón el corazón,
que esa serrana me lo robó.


COMO LLEGAR

La Hiruela
El término municipal de La Hiruela está situado en el límite noreste de la provincia de Madrid, en la vertiente Este de Somosierra, a 105 kilómetros del centro de la Capital. Para llegar por carretera tomaremos la A-1 hasta la salida 76, donde se coge la M-137 hasta La Hiruela, pasando previamente por Gandullas y Prádena del Rincón.


DONDE DORMIR Y COMER

Entrecot en el bar restaurante La Hiruela
La buena cocina es otro de los grandes atractivos de la Sierra Norte. Si quieres que tu visita resulte de lo más completa, es imprescindible comer en algunos de los restaurantes los platos que conforman la gastronomía tradicional serrana, sencilla pero variada y de ricos sabores.
De igual manera, resulta muy acogedor, disfrutar de unos días de relax en cualquiera de estos preciosos establecimientos rurales que ofrece la sierra serrana.


Nosotros recomendamos el bar restaurante La Hiruela, la calidad precio es muy buena. Lo único que hay que señalar es la poca amabilidad y simpatía que tiene el dueño...... Pero se aguanta por lo bueno del servicio.

BAR RESTAURANTE LA HIRUELA
Calle Pilón 7, La Hiruela
Madrid
Tlf.: 91 869 70 16

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS


OTROS DATOS DE INTERÉS

Indice IBP: 35
Informe detallado IBP Index
Dificultad: Fácil, ideal para toda la familia
Sendero señalizado: Si/no
Época recomendada: Cualquiera
Puntos de agua potable: En el pueblo de La Hiruela hay varias fuentes, bares y tiendas donde poder comprar agua.
Sugerencias:Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).
Cartografía: IGN Puebla de la Sierra hoja 459-III E: 1:25000
Enlaces de interés: Bienvenidos a La Hiruela
                                   Sierra del Rincón. Reserva de la Biosfera
                                   Turismo La Hiruela
                                   Otras rutas y sendas por La Hiruela
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EL ITINERARIO

Iniciaremos nuestro recorrido desde el estacionamiento que hay a la entrada del pueblo, ya que no está permitido acceder con vehículo propio al interior del mismo, estando restringido solo para residentes.


Desde el aparcamiento iremos carretera abajo para en pocos metros entrar en el pueblo propiamente dicho. Tomaremos la calle que queda más a la derecha, calle de Abajo, (en el cruce de calles, por la izquierda, nos sorprenderá un peral, catalogado como árbol singular, con más de 200 años) que nos conducirá de forma directa hasta la plaza del pueblo, la iglesia de San Miguel Arcángel y el Ayuntamiento.


Árbol singular de la Comunidad de Madrid. Peral con más de 200 años de antigüedad
 

Desde una de las esquinas del Ayuntamiento arranca la Calle del Corcho, que es la que tendremos que tomar. Descendemos la calle teniendo a nuestra izquierda una bonita casa precedida por una estupenda fuente y un poco más abajo a la derecha la Fuente del Corcho. Al final de la calle y por la derecha arrancaría la "Senda Fuente Lugar". Nosotros giramos a la derecha y nos precipitamos hasta llegar a las puertas de la depuradora (EDAR), y al llegar a ella giramos a la derecha por un precioso camino que baja al río entre rebollos, majuelos, zarzamoras y algún que otro serval de los cazadores entre manzanos y cerezos.





Seguimos avanzando, y estaremos atentos a nuestra derecha donde por sorpresa nos sorprenderá una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Lourdes. No desaprovechamos la oportunidad y nos acercamos a verla.


Descendemos hasta llegar a un pequeño arroyo, que lo salvamos gracias a un puente de madera. Aquí en los alrededores hay un pequeño bosquete de avellanos, cuyos brotes jóvenes eran muy valorados en el pueblo al aprovecharlos como varas que sujetaban las judías en los huertos de los habitantes de La Hiruela.



Cruzamos el río, torcemos a la izquierda y tras una corta subida alcanzamos la carretera M-137. Ahora torcemos a la derecha siguiendo la carretera en sentido ascendente, para a los pocos metros, y en el lado contrario tomar una pista que se adentra paralela a la carretera. Entramos en la Dehesa Boyal.



Nada más iniciar el camino nos encontramos por la derecha la réplica de un horno de carbón (boliche) y la caseta del carbonero con un panel explicativo sobre el mismo.



"..... Todos los años se sorteaba el monte público entre los vecinos de La Hiruela, porque había zonas de corte con mejor leña que otras. Se cortaba en el invierno y se almacenaban en el lugar hasta que en Mayo se llevaba hasta el horno.
La consturcción de estos era compleja y muy sacrificada, ya que durante 25 días aproximadamente, que es el tiempo que tardaba el horno en quemarse, tenían que estar siempre cerca para que no se apagara en ningún momento. Por eso se construían chozas cercanas al horno para poder descansar y mantenerle siempre vivo.
Decían que se podían sacar unos 5000 kilogramos de carbón de cada una de ellas. En total se montaban entre 50 y 60 carboneras en toda la zona....."
Fuente: Wikiloc (autor Juan Desnivel)



Tras la visita, volvemos a la pista y seguimos andando inmersos en un impresionante bosque de robles albares y melojos, cuya forma extraña de crecimiento es debido a la manera de podarlos para el aprovechamiento máximo de la leña utilizada en la fabricación del carbón.




Según avanzamos, nos encontramos a la izquierda del camino, un roble catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid de 6,5 metros de perímetro, (El Rebollo de la Dehesa) todo un ejemplar que tenemos que proteger.


En toda esta parte del camino hay una espléndida vista del Jarama, con El Cardoso al fondo y en primer término el molino y las curiosas colmenas de la "Senda los Oficios de la Vida".



Después de una hora y media de subida muy suave, y 4 kilómetros de recorrido, el camino se acaba de repente y no hay más remedio que continuar a la derecha por una senda semi-señalizada que sube de forma regular entre robles y brezo para dejarnos en unos quince minutos en el Collado Hondo. Una estupenda pradera herbosa muy apropiada para descansar, comer y echarse una siesta si el tiempo lo permite. Desde collado Hondo, si se tiene ganas se puede subir a la derecha en cinco minutos hasta la cumbre de la Morra de la Dehesa, teniendo unas estupendas vistas de 360º.






Ya en el collado, buscaremos las marcas de la continuidad del sendero, que se encuentran hacia la izquierda del mismo. Una vez localizado seguimos un sendero muy marcado que nos llevará de nuevo en ligero descenso hasta la carretera M-137.








De nuevo en la carretera, la cruzamos y tomamos el sendero que se dirige hacia Fuente Lugar. Al otro lado, descendemos un poco y enseguida vemos un pequeño puente que se nos presenta por la derecha y que salva el arroyo que tenemos que franquear.


Nada más cruzar el pequeño puente, empezaremos una empinada cuesta que tendremos que tomar, para poco a poco y torciendo hacia la derecha ganar la altura suficiente hasta que lleguemos a la carretera de acceso al pueblo.





Ya solo nos queda subir un poco y torcer a la derecha para llegar hasta el aparcamiento donde tenemos estacionado nuestro vehículo, dando por concluida esta magnífica, entretenida y bonita ruta por la Sierra Pobre de Madrid.




Los excursionistas al completo

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