Ruta de Las ermitas de Tella: pueblo de brujas y tormentas (Tella - Huesca)

Esta zona pirenaica cuenta con una gran tradición relacionada con la brujería, aquelarres, hechizos y gigantes. Los puntos que comunicaban el exterior con el interior de las casas eran considerados los más vulnerables frente a estas magias malignas. Sólo hay que fijarse en las altas chimeneas, los balcones y ventanas de las casas de Tella, que se adornaban con elementos protectores como espantabrujas, símbolos, plantas e incluso figuras de hombres y animales, y que todavía pueden
LA RUTA DE LAS ERMITAS DE TELLA
ENTRE BRUJAS Y TORMENTAS

CIRCUITO DE LAS ERMITAS
DOLMEN DE TELLA
CUEVA DEL OSO


Esta zona pirenaica cuenta con una gran tradición relacionada con la brujería, aquelarres, hechizos y gigantes. Los puntos que comunicaban el exterior con el interior de las casas eran considerados los más vulnerables frente a estas magias malignas. Sólo hay que fijarse en las altas chimeneas, los balcones y ventanas de las casas de Tella, que se adornaban con elementos protectores como espantabrujas, símbolos, plantas e incluso figuras de hombres y animales, y que todavía pueden verse.
Antiguamente las gentes de la comarca decían "Tella, Dios nos guarde de ella", tal era el miedo que tenían a tener que acercarse por allí. Pero las brujas no se quedaban calladas y les respondían: "Ojalá tengas tan lejos los huesos de la carne como estás de ella" . Quizá por esa razón, las tres ermitas que iremos a visitar se situaron estratégicamente para formar un anillo protector contra los hechizos de las brujas. Y no sólo de las brujas, parece ser que el anillo protector era multiusos, ya que otro de los usos era como exconjuraderos para proteger contra las tormentas.
La existencia de brujas en la zona no podemos certificarla, pero la de la fuertes tormentas, si. El que haya ido a los Pirineos, seguramente habrá presenciado una de esas tormentas monumentales, durante las cuales parece que el cielo se te va a caer encima, y en las que el estruendo de los truenos se multiplica al chocar contra las montañas (toda una experiencia). Así que no es de extrañar el miedo de esas gentes a esos fenómenos meteorológicos.

COMO LLEGAR

Llegamos a Tella desde Aínsa, donde estábamos pernoctando, el recorrido son unos 30 kilómetros, de los cuales 16 transcurre por una estrecha carretera con un montón de curvas, como casi todas las de la zona, y cuyo trayecto nos llevará un poco más de media hora. Dejaremos aparcado nuestro vehículo a la entrada del pueblo, junto al punto de información del Parque Nacional. Si no entramos sitio podemos subir un poco más hasta un gran apartamiento.


DONDE COMER Y DORMIR

Como en toda zona rural, la gastronomía ha girado en torno a los productos que nos ha proporcionado el medio en el que se vive, ya sea cultivando la tierra y criando animales, o cogiendo lo que nos ofrece directamente la naturaleza: frutos silvestres, hierbas aromáticas, setas, caza, etc...
La carne de ternera pirenaica, el cordero, el cabrito, la gallina de sobrarbe o el latón de la fueva destacan en nuestra gastronomía. Quesos artesanales del Valle de Chistau, embutidos elaborados en la matacía, las chiretas y, entre la riquísima repostería, los pastillos de nuez y almenddra y los crespillos.


Chuletón de ternera pirenaica, uno de los platos típicos de la gastronomía Pirenaica. Foto extraida de: Que ver en el mundo

En Tella no podremos encontrar mucha variedad de alojamiento, así que te recomendamos que busques un buen lugar donde pasar unas noches de ensueño en Aínsa, que es la capital del Sobrarbe, y donde tienes más opciones.


Nosotros para dormir elegimos el parking municipal de Aínsa, situado en la parte alta del pueblo. Un sitio muy tranquilo donde podremos pasar la noche sin problemas con nuestra furgo. Desde las 20:00 horas hasta 9:00 de el estacionamiento es gratuito.



DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO


CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS


OTROS DATOS DE INTERÉS

Recorrido: Tramo de sendero a pie y un tramo en coche para subir a la cueva del oso.
Dificultad: Muy fácil. Ideal para toda la familia
Sendero señalizado: Si
Época recomendable: Otoño, Primavera y Verano
Fecha de la excursión: 13 de Abril  del 2019
Puntos de agua potable: En todo el recorrido no veremos ninguna fuente.
Sugerencias: Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).
Cartografía: IGN Bielsa hoja 179-I E: 1:25.000
                       IGN Laspua hoja 179-III E: 1 :25.000
Enlaces de interés: Oficina Municipal de Turismo de Ainsa
                                   Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido (Web oficial)
                                   Los aquelarres en Aragon segun los documentos (PDF)
                                   Tella, el pueblo de las brujas - Leyendas de Huesca
                                   Tella - Guía Mágicos Pirineos
                                   El Tozal de las brujas
                                   Video sobre el enigmático pueblo de Tella
                                   Video de una tormenta típica del Pirineo
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Una vez estacionado nuestro vehículo nos acercamos a la oficina de información turística, donde nos explican un poco toda la historia y las posibilidades que nos ofrece Tella. Y una de ellas es visitar la cueva del Oso, que realizamos al final de la excursión.


Hacia la mitad del pueblo aproximadamente comienza el recorrido, junto a la iglesia parroquial de San Martín, templo del siglo XVI con una cabecera  plana orientada al este, justo en la direccion donde sale el sol, simbología que representa a la luz que ilumina al ser humano.


Pasamos junto a su puerta y la vamos dejando atrás por un sendero bien señalizado que discurre por la parte alta del pueblo, rodeando la Punta Cazcarra o Puntal de San Pablo (1402 metros)  hasta llegar poco después a un frondoso bosque de boj y robles hasta alcanzar un espeso pinar.




Tras atravesar el bosque de pinos, como si apareciera de la nada, se alza a nuestra derecha la primera de las ermitas, la Ermita de San Juan y San Pablo, ubicada en el collado de la Ballanera al resguardo de  una mole rocosa llamada Peña de San Juan, más conocida como "El Puntón de las Brujas".
El Puntón de las Brujas es una imponente formación rocosa que, según cuenta la leyenda, servía para realizar ritos paganos y aquelarres. Pero leyendas aparte, la zona es impresionante, es un mavarilloso paisaje que no se puede perder el visitante a esta parte de Aragón, por lo que merece la pena detenerse en este punto para contemplarlo. Sobre el Puntón se ve el macizo de Monte Perdido y a su izquierda, el cañon de Añisclo, lo que conforma una panorámica espectacular.


El origen de la ermita de los Santos Juan y Pablo se remonta al siglo XI, siendo una de las más antiguas del románico aragonés. Sencilla y sin ningún tipo de ornamentacion, esta ermita está formada por una nave de planta rectangular y un ábside en forma de herradura de clara influencia visigoda. Tanto la nave como el ábside están cubiertos por una bóveda de cañón apuntada hecha de lajas, unidos por medio de un arco también apuntado. Situada en el muro sur se encuentra la puerta de acceso, formada por un arco de medio punto de estrechas dovelas talladas en piedra de toba.


Su interior es igualmente sencillo, siendo su única decoración dos pequeñas tallas de los santos Juan y Pablo ubicadas en el ábside, junto a una ventana construida tiempo después para dar mayor luz al altar. La losa del altas es originaria de la ermita de la Virgen de La Peña, ermita incluida en esta ruta y que será la última que visitaremos. Adosados al muro sur se encuentran unos pequeños escalones que descienden a una cripta rectangular situada bajo el ábside. Esta cripta estuvo durante mucho tiempo cubierta por escombros, hasta que en una restauración efectuada en los años 76/77 se procedió a retirarlos, hallándose durante estos trabajos cuatro estatuillas de madera y dos nichos rectangulares.



Tras contemplar las maravillosas vistas de este balcón natural, regresamos de nuevo al sendero principal para ir ascendiendo poco a poco por la ladera de la montaña, mientras vamos dejando a nuestra espalda la Peña de San Juan. Momentos tan mágicos como éste nos dan la razón de porque es considerado este rincón del Pirinero Aragones un lugar místico desde tiempos inmemoriales. Esta imagen, igual que a nosotros, debió impresionar sobremanera a los antiguos moradores de estas tierras, considerando a este puntal de piedra como una especie de puente entre el cielo y la tierra.


Después del espectáculo y, tras una corta subida, llegamos a un cruce de caminos. A la izquierda, nos encontramos la ermita de la Virgen de Fajanillas situada en un pequeño collado. A la derecha, y sobre un cerro vemos la ermita de la Virgen de la Peña. Lo primero que hacemos nosotros es acercarnos a visitar la ermita de la Virgen de Fajanillas. En Aragón una faja o fajanilla es una zona estrecha de terreno situada en una ladera y que ha sido ganada a la montaña para cultivarla. De aquí viene el nombre de la ermita, ya que se encuentra situada encima de una ladera.
La mayoría de la estructura de esta ermita es data del siglo XVI, fruto de una reforma realizada sobre la antigua ermita románica del siglo XII, de la que aún se conserva su ábside semicircular. De las tres ermitas, la de Fajanillas es la única que tiene una torre, siendo ésta de planta cuadrada con dos ventanas de medio punto que dan al Este y al Oeste.


El interior de esta sencilla ermita, que tiene una planta prácticamente cuadrada y está totalmente encalada. De las tres ermitas es la única que tiene un campanario, que se realizó en el siglo XVI, en una época de bonanza económica. Antes de construir la iglesia de San Martín en 1597, era la iglesia parroquial de Tella.


Justo enfrente de esta ermita se encuentra la última de las tres. la ermita de la Virgen de la Peña se encuentra en un alto, que sirve de privilegiado mirador del entorno y que hace que tengas que esforzarte un poco más en subir hasta ella, pero no demasiado. Es una subida muy fácil y gratificante, mirando de vez en cuando hacia atrás.



La ermita de la Virgen de la Peña es del siglo XVI, aunque es muy probable que tenga también un origen románico. Esta sencilla ermita está formada por una nave rectangular cubierta por una bóveda de medio cañón, unida a la cabecera por un arco de medio punto, además en su muro norte se encuentra adosada una pequeña capilla con arco rebajado.


En el interior de la ermita, encima el altar se encuentra la imagen de una Virgen sentada en un trono con el niño Jesús sobre su regazo, a la vez que porta una rosa en su mano derecha. Actualmente, todos los sábados siguientes al 12 de octubre se celebra en Tella la fiesta de Nuestra Señora de la Peña, coincidiendo ésta con la festividad de la Virgen del Pilar.


En una de las pequeñas ventadas que dan algo de luz al altar, se encuentra un depositario de ofrendas que van dejando los visitantes a este mágico lugar..


El emplazamiento donde es encuentra la ermita nos depara un amplio balcón desde el que se obtienen unas magníficas panorámicas alpinas. El cañón de Añisclo, el Monte Perdido, y al fondo el macizo de la Madeleta conforman unas maravillosas vistas de esta parte de los Pirineos. Podríamos estar durante horas contemplando este fabuloso paisaje de montaña y valles, pero queremos volver a Tella para adentrarnos en la cueva del Oso y visitar otro de los enclaves mágicos de la zona: El Dolmen de Tella.


Impresionantes vistas del Pirineo Aragonés. Tenemos en primera fila a unas cabras montesas, o tal vez brujas, que nos vigilan inquietantes, por el quehacer de nosotros.
Tras esto descendemos de nuevo hasta el cruce de caminos, y ahora torcemos a la derecha para coger el camino vecinal que nos acerca al pueblo de Tella.




Esta vez entramos por la parte baja de Tella y pasamos junto al museo llamado "La Casa de la Bruja". Muy recomendable si quieres conocer todo sobre la magia y la etnobotánica del Alto Aragón




El museo está ubicado en la antigua Casa de la Mestra. El conjunto expositivo, de unos 60 metros cuadrados, consta de planta baja más dos alturas. En la planta baja, hay un espacio dedicado a la bujería y los aspectos mágicos en las culturas tradicionales de montaña. Y las otras dos alturas del edificio están dedicadas a la etnobotánica y su importancia como legado de un patrimonio cultural que se encuentra en peligro de desaparecer.

Antigua casa de la maestra



Tras su visita retomamos el trayecto y llegamos de nuevo a la Iglesia de San Martín desde donde habíamos empezado nuestro recorrido. Tras esto nos trasladamos al centro de interpretación de la cueva del Osos, que nos están esperando para realizar la visita a la misma.




Nos montamos en los coches y nos dirigimos, siguiendo al guía, hasta la cueva del Oso. Esta cavidad se encuentra a 1600 metros de altitud, a las puertas del Parque Natural de Ordesa  y Monte Perdido. En su interior vamos a visitar el yacimiento de oso de las cavernas más alto de Europa occidental.

MUY IMPORTANTE
 Si quieres visitar la cueva, antes de nada llama al teléfono de información y reserva la visita. Ya te dirán los horarios y así compaginarlos con la ruta de las ermitas






Tras la visita, descendemos hasta los coches y nos precipitamos hasta la carretera que se dirige de nuevo a Tella. Aquí en este punto dejamos aparcado nuestro vehículo, y nos dirigimos a visitar el último de los lugares mágicos de la zona: El Dolmen de Tella.


En un paraje fantástico desde donde se contemplan las cumbres del Pico Añisclo y Las Tres Marías se encuentra el dolmen de Tella, también conocido como Losa de La Campa o Piedra del Vasas. Esta construcción megalítica de 4500 años de antigüedad fue utilizado como recinto funerario, puerta de entrada del espíritu de los muertos hacia el más allá, a la vez que instrumento de observación de los astros, pues con ellos regulaban y conocían los movimientos de los cuerpos celestes.





El dolmen de Tella cierra el círculo de esta ruta mágica, desde las ermitas hasta esta construcción milenaria que nos traslada al origen de los ritos y las leyendas. Una época donde aún no se había empezado a escribir la historia, pero de la cual sabemos gracias a estas construcciones de piedra, que ya por aquel entonces los hombres y mujeres miraban al cielo, haciéndose las mismas preguntas transcendentales que nos hacemos nosotros hoy en día.

Como colofón del viaje podemos realizar la ruta:


Y así daremos por concluida una estupenda y magnífica jornada de excursiones, visitas, magia, aquelarres, ritos, cuevas y naturaleza.....


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