En el valle de Sakana y a los pies de la Sierra de Aralar encontramos esta joya de ruta. Está balizada como SL-NA 137 y en poco más de una hora y media puedes estar de vuelta, aunque a nosotros nos costó casi el doble, por las paradas a hacer fotos y disfrutar del paisaje.
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EL BOSQUE DE LOS ROBLES MILENARIOS
DE DANBOLINTXULO
DE DANBOLINTXULO
ETXARRI/ARANATZ
LIC SIERRA DE ARALAR
SIERRA DE ATAUN - BURUNDA
Sendero Local SL-NA 137
En el valle de Sakana y a los pies de la Sierra de Aralar encontramos esta joya de ruta. Está balizada como SL-NA 137 y en poco más de una hora y media puedes estar de vuelta, aunque a nosotros nos costó casi el doble, por las paradas a hacer fotos y disfrutar del paisaje.
El robledal es una maravilla, con muchos ejemplares que serían la admiración en cualquier bosque. Aquí hay tantos que casi cuesta elegir, hasta que te das de bruces con un ejemplar de dos "patas", que tranquilamente podía haber servido de inspiración para la novela/película "Un monstruo viene a verme".
Me imagino realizando esta ruta en la noche o en un día de niebla típico de la zona; y entiendo porqué estas gentes creyeron en el Basajaun, en los Gentiles y en cualquier otro ser que tu imaginación quiera creer.
Os podéis hacer una ligera idea de lo que hablo, aunque seguiréis sin poder apreciar el olor a humedad, el canto del mirlo, la visión fugaz del arrendajo, el sonido de la lluvia fina de hojas que caían en el bosque...
Una maravilla.
Fuente: Holártica
COMO LLEGAR
Ya en Etxarri-Aranatz iremos dirección al centro del pueblo, y una vez atravesado, tomaremos dirección a Beasain. A la salida del pueblo, y tras cruzar la línea ferroviaria por encima de un puente llegamos a una rotonda. En esta rotonda tomamos la salida que va a la izquierda y seguimos las indicaciones hacia el camping. En el parking del camping o en un parking que hay un poco antes del mismo podemos dejar nuestro vehículo.
Foto extraida de Wikipedia. Autor y propietario: Xabier Eskisabel |
DONDE COMER Y DORMIR
En el propio camping Etxarri, aparte de acampar o alquilar un estupendo bungalow, dispone de bar restaurante donde se puede comer y cenar unos estupendos menús a buen precio. El camping también dispone de albergue.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO
Plano detallado de recorrido. Fuente: Wikiloc |
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Dificultad: Muy fácil. Ideal para toda la familia
Enlaces de interés: Oficinas de turismo de la Sierra de Aralar
Danbulitxulo y sus robles milenarios
Más información de la ruta en Wikiloc
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OTROS DATOS DE INTERÉS
Dificultad: Muy fácil. Ideal para toda la familia
Sendero señalizado: Si
Época recomendable: Todo el año.
Fecha de la excursión: 2 de Noviembre del 2018
Puntos de agua potable: Nos podemos encontrar alguna fuente, pero sus aguas están sin tratar.
Puntos de agua potable: Nos podemos encontrar alguna fuente, pero sus aguas están sin tratar.
Sugerencias: Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).
Cartografía: IGN Uharte-Arakil hoja 114-I E:1:25000
Danbulitxulo y sus robles milenarios
Más información de la ruta en Wikiloc
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EL ITINERARIO
El comienzo de esta fantástica excursión comienza en las mismas puertas del camping Etxarri y las piscinas municipales.
Cuando lleguemos a la entrada del camping, tomamos la pista que parte a la derecha del mismo, y a 100 metros y por la parte izquierda podremos dejar nuestro vehículo.
Tal cual salimos del coche, detrás nuestro ya podemos ver algunos viejos robles. Partimos del aparcamiento mencionado, por una pista ancha, dándole la espalda al vigilante centinela de San Donato. A los pocos metros se nos presentan dos posibilidades. La pista de la derecha nos subiría hasta el monte Fagamendi. Nosotros tomaremos la pista de la izquierda, que se precipita en pronunciado descenso bordeando en camping Etxarri.
Seguimos avanzando por esta pista, donde nos encontraremos magníficos ejemplares de hayas, hasta que pasemos por completo el camping. Pasado este, y a los 200 metros, nos encontramos con un poste indicativo que nos invita a adentrarnos en el bosque, por un sendero bien definido. Aquí comienza el PR-NA-137 y una variante de la ruta de los dólmenes.
Ya no tendremos perdida de ningún tipo, solo tendremos que seguir el sendero, que es muy llanito y donde comienza una clase de botánica al aire libre. Durante todo el recorrido, nos iremos encontrando con paneles que nos indican, el nombre científico, escrito en castellano y euskera de los distintos tipos de árboles y arbustos que hay por la zona. Un buen momento para aprender sobre botánica, y donde avistaremos ejemplares muy viejos de robles.. todo un espectáculo.
Los primeros metros del sendero de los robles milenarios son una alfombra roja de hojas de haya. Como este sendero comparte trazado con el sendero de los Dólmenes, en blanco y amarillo, las señales que veremos en gran parte del recorrido son blancas, amarillas y verdes.
A casi 400 metros del desvío anterior pasamos junto a un par de viejos robles. Uno de ellos tiene colgado de una rama una especie de cartel con forma de murciélago que explica algo, pero está exclusivamente en euskera, así que no entendemos muy bien que nos quieren decir. Suponemos que hace referencia al hecho de que en este bosque habitan murciélagos que pasan sus jornadas escondidos en los mucho huecos que hay en los troncos de estos viejos árboles.
Seguimos por el sendero, que nos va descubriendo nuevos robles monumentales a media que avanzamos, siempre rodeados de una amplia gama de colores otoñales. A los 150 metros de los robles de los murciélagos llegamos a un nuevo cruce de caminos, donde un poste informativo nos indica que desde este punto el recorrido se hace circular.
Nosotros en este punto decidimos ir por el sendero de la izquierda, ya que el de la derecha parece que empieza a ponerse pendiente.
Seguimos por nuestro sendero pasando por este bosque de vivo color anaranjado tirando a rojo. Por nuestra izquierda veremos una pequeña población de robles, la mayoría muy jóvenes. Al pie de uno de ellos hay una especie de cabaña cubierta de plásticos que probablemente sirva para guardar leña.
Dejamos atrás los jóvenes robles y seguimos sendero adelante hasta que a los 200 metros llegamos a un gran ejemplar de roble, quedando aún en pie lo que debió ser un árbol colosal, un tronco con un considerable perímetros.
A la que salimos de este claro y volvemos al bosque nos vamos encontrando algún pequeño panel con información del bosque. Avanzamos y vemos que el color de nuestro entorno ha pasado del verde y amarillo al anaranjado. Hemos dejado atrás las hayas y ahora estamos en territorio de robles. Seguimos avanzando por este agradable tramo de sendero. De vez en cuando pasamos junto a algún claro en cuyo centro siempre hay un majestuoso ejemplar de roble.
A casi 400 metros del desvío anterior pasamos junto a un par de viejos robles. Uno de ellos tiene colgado de una rama una especie de cartel con forma de murciélago que explica algo, pero está exclusivamente en euskera, así que no entendemos muy bien que nos quieren decir. Suponemos que hace referencia al hecho de que en este bosque habitan murciélagos que pasan sus jornadas escondidos en los mucho huecos que hay en los troncos de estos viejos árboles.
Seguimos por el sendero, que nos va descubriendo nuevos robles monumentales a media que avanzamos, siempre rodeados de una amplia gama de colores otoñales. A los 150 metros de los robles de los murciélagos llegamos a un nuevo cruce de caminos, donde un poste informativo nos indica que desde este punto el recorrido se hace circular.
Nosotros en este punto decidimos ir por el sendero de la izquierda, ya que el de la derecha parece que empieza a ponerse pendiente.
Seguimos por nuestro sendero pasando por este bosque de vivo color anaranjado tirando a rojo. Por nuestra izquierda veremos una pequeña población de robles, la mayoría muy jóvenes. Al pie de uno de ellos hay una especie de cabaña cubierta de plásticos que probablemente sirva para guardar leña.
Dejamos atrás los jóvenes robles y seguimos sendero adelante hasta que a los 200 metros llegamos a un gran ejemplar de roble, quedando aún en pie lo que debió ser un árbol colosal, un tronco con un considerable perímetros.
A la que salimos de este claro y volvemos al bosque nos vamos encontrando algún pequeño panel con información del bosque. Avanzamos y vemos que el color de nuestro entorno ha pasado del verde y amarillo al anaranjado. Hemos dejado atrás las hayas y ahora estamos en territorio de robles. Seguimos avanzando por este agradable tramo de sendero. De vez en cuando pasamos junto a algún claro en cuyo centro siempre hay un majestuoso ejemplar de roble.
Nos sigue embrujando demasiado este mágico sendero, disfrutando mucho de sus colores, sus olores, sus imágenes y de sus sonidos. De esta forma tan especial llegamos a un gran claro, donde nos sorprende un ejemplar de árbol con dos troncos... realmente se trata de dos árboles que unen parcialmente su tronco a unos 3 metros de altura para volver a separarse más arriba. La parte central del tronco árbol de dos piernas aparece cubierta de musgo y helechos, como si se tratara de un ropaje protegiendo a esta criatura que está a punto de moverse y echar a caminar.
La continuación del sendero se encuentra a la derecha. Seguimos por el sendero hasta que por nuestra derecha nos aparece un cartel que nos indica el lugar donde otro magnífico ejemplar de roble nos espera. Seguimos las indicaciones y nos retiramos del sendero principal unos metros para admirar esta belleza, para después volver al camino principal.
La continuación del sendero se encuentra a la derecha. Seguimos por el sendero hasta que por nuestra derecha nos aparece un cartel que nos indica el lugar donde otro magnífico ejemplar de roble nos espera. Seguimos las indicaciones y nos retiramos del sendero principal unos metros para admirar esta belleza, para después volver al camino principal.
Tras esto, llegamos hasta una encrucijada presidida por un colosal roble en el centro del claro. Aquí se vuelve a dividir el sendero. Por la izquierda, seguiría la ruta de los Dólmenes, y por la derecha el sendero de los Robles Milenarios, el que tendremos que seguir nosotros.
Por el camino vamos viendo la variedad de color del bosque. Pasamos de zonas de verde y amarillo, a zonas de anaranjados y rojos. Más adelante llegamos a un espacio dentro del bosque donde destaca un enorme roble.
Continuamos nuestro sendero y pasamos junto a una pequeña cabaña muy bajita, sin paredes, y con un techo a dos aguas. Un amigo y lector de este blog (Kinart) nos comenta que estas cabañas se llaman Zotolas:
Estas pequeña construcciones a modo de cabaña les servían de refugio y de comedero a los cerdos, que durante la primavera-verano campaban a sus anchas por los bosques de Etxarri. Se alimentaban de las bellotas que caían de los magníficos robles que ahora conocemos. Estas construcciones se han estado usando hasta hace muy poco tiempo, pero desgraciadamente en la actualidad son inservibles para el uso por el que se construyó, ya que no se permite la entrada de ganado en el monte. Ahora se usa para guardar madera que posteriormente se convertirá y usara como leña para los hogares.
Fuente: Kinart
Seguimos avanzando por el sendero bien definido y llegamos a una zona donde el bosque es más uniforme, todos los árboles de tronco delgado y recto.
Avanzamos por el sendero que ahora empieza a descender. Sin darnos cuenta, por la belleza del bosque que nos rodea, llegamos al fin del tramo circular. Ahora volvemos al coche por el mismo camino por el que vinimos.
Finalmente llegamos al aparcamiento donde dejamos el vehículo después de pasar junto al camping de Etxarri. Bajo los enormes robles trasmochos junto al aparcamiento.
Y hasta aquí esta excursión que más que una ruta de senderismo es un paseo por un precioso bosque atlántico, de los pocos que aún quedan en el país.
Hola, quería aclarar que estas especie de "cabañas" que comentas se llaman Zotolas y eran usadas hasta hace unos años cuando sellevaban los cerdos al monte en verano, ya no tienen ese uso pero continúan allí, en algunas partes del monte hay varias de ellas.
ResponderEliminarBuenos días Kinart, un placer para nosotros conocer el nombre y el uso de estas cabañas. Si que es cierto, que hemos visto varias por la zona.
ResponderEliminarAhora corregimos el texto del blog y ponemos tus indicaciones, que nos parecen una pasada que la gente conozca la historia y la cultura de los lugares que visitan.
Un abrazo y mil gracias por tus aclaraciones y por leer nuestro blog.
Siempre agradecidos