RUTA HASTA LA CUEVA DE LOS HERMANICOS
SENDERO LOCAL SL-4
PEÑALVER
GUADALAJARA
No cabe hacer demasiadas especulaciones sobre lo que en esencia fue aquella "Cueva de los Hermanicos" de Peñalver: un lugar de recogimiento eremítico de los frailes franciscanos de La Salceda. Eso es seguro, porque ya en los documentos y libros que hablan de aquel gran monasterio, hoy también en ruina y abandono total, entre Tendilla y Peñalver, se habla de estas cuevas como de las originales en las que Fray Pedro de Villacreces y sus compañeros reformadores iniciaron su vida de recogimiento y eremitismo en el siglo XIV. Tanto en el "Barranco del Infierno" de Tendilla, como en este de los Hermanicos de Peñalver, que está relativamente cerca del otro, se recogieron en cuevas y cabañas los franciscanos reformistas del siglo XIV. Después, con los siglos, se construyó el gran convento de La Salceda o de Monte Celia, en el que vivieron gentes de fama tal que San Diego de Alcalá, el Cardenal Cisneros, el arzobispo Pedro González de Mendoza, etc. hay leyendas, de las que corren de boca en boca de las gentes alcarreñas, que dicen que aquí vivían los frailes castigados, o que aquí guardaban sus tesoros, o que en una época del siglo XV quedó abandonado el inicial lugar de La Salceda y se refugiaron aquí los frailes, o que algunos de ellos, durante siglos, escogían venirse aquí como penitencia, en Cuaresma, imitando el retiro en el desierto de Cristo.
Fuente: Los escritos de Herrera Casado
COMO LLEGAR
Desde la carretera N-320 cerca de Horche y Tendilla tomamos la salida 241 para entrar en la vía GU-923 y llegar a la villa de Peñalver. También se halla muy cerca de la finalización de la vía CM-200. Esta vía nace en Villamayor de Santiago y circula por localidades tan importantes como Tarancón, Barajas de Melo, Almonacid de Zorita, Pastrana o Fuentelencina.
DONDE COMER Y DORMIR
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| Bizcocho borracho de la Alcarria. |
El hecho de ser la Alcarria la tierra de la famosa miel, justifica que algunos de sus infinitos derivados formen parte del típico e inmejorable menú en no pocos lugares de la provincia. Es el caso de los renombrados "bizcochos borrachos" que se hacen en la capital y en Tendilla; de los "bizcochos crispines" que con tanto acierto se cuecen en Budia, etc. Las carnes seguramente que ocupan las cotas más elevadas en los asados, con sus justos siete brebajes.
Geográficamente nos encontramos con una zona con numerosos río y arroyos y grandes valles. En este relieve tabular, se hallan los valles del Henares, Tajuña y Tajo. Este páramo de la Alcarria nos invita a un descanso lleno de paz y naturaleza a partes iguales, donde disfrutaremos de un paraje mágico y muy, muy tranquilo.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Índice IBP: 40
OTROS DATOS DE INTERÉS
Índice IBP: 40
Dificultad: Fácil.
Sendero señalizado: No
Época recomendable: Todo el año.
Puntos de agua potable: Hay bares, tiendas y fuentes en el pueblo donde poder reponer nuestra cantimplora.
Sugerencias: No acceder a la cueva de los Hermanicos, su estado es ruinoso, donde es probable que sucedan más derrumbes. Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel).
Cartografía: IGN Ylamos de Abajo hoja 536-II E:1:25000
IGN Tendilla hoja 536-IV E:1:25000
Enlaces de interés: Ayuntamiento de Peñalver (Web oficial)
Peñalver (Wikipedia)
Iglesia de Santa Eulalia de Mérida (Wikipedia)
Ruinas Convento de La Salceda (Wikipedia)
Cueva de Los Hermanicos (Los escritos de Herrera Casado)
Vídeo cueva de Los Hermanicos (Youtube)
El castillo de Peñalver (Youtube)
Ancha es Castilla-La Mancha - Peñalver (Youtube)
Museo de la Miel de Peñalver (Turismo Castilla la Mancha)
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EL ITINERARIO
Ya en el pueblo de Peñalver, a la entrada, hay bastante sitio donde dejar nuestro vehículo, y desde donde nosotros iniciamos esta ruta.
Comenzamos a caminar tomando la Calle Generalísimo Franco, que nos introduce en las calles de este bonito pueblo. Vamos avanzando y a nuestra izquierda vemos una casa con su fachada de color azul, aquí a esta altura, tomamos la calle de la derecha, la Calle José Antonio, que nos dejará ante la puerta principal de la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida.
La Iglesia de Santa Eulalia de Mérida está hecha de sillería y mampostería con una torre a los pies, la iglesia fue construida en el primer tercio del siglo XVI. Guarda una amplia muestra de elementos decorativos platerescos y otros alusivos a Santiago Apóstol en su portada de mediodía, que contrasta con la sencilla decoración de su otra entrada en el lago del Evangelio. Dentro podremos admirar un muy bien conservado retablo con tablas que representan distintos ciclos de la Pasión e Infancia de Cristo, y una pila bautismal románica de los siglos XIII o XIV.
Salimos de la iglesia y siguiendo la calle José Antonio llegamos a la Plaza Mayor, donde se encuentra en Ayuntamiento, el museo de la miel y la escultura más famosa de toda la comarca, el Mielero Alcarreño, creado por el escultor José Luis Parés, en homenaje al producto más conocido de estas tierras, la miel. La de Peñalver es de las más afamadas por su calidad.
Como curiosidad, todos los años el pueblo elige a un personaje conocido por sus valores o su promoción especial del pueblo y le entregan "su peso en miel". Han recibido este premio personajes como Cela, Vargas Llosa o Vicente del Bosque entre otros.
Tras la visita, pegados a la fachada del ayuntamiento, unas escaleras que dan acceso a la otra puerta de la iglesia, nos deja en la Plaza Patio. Desde Aquí avanzamos por la calle Peña hasta que chocamos con la Calle Mayor, que tomaremos a la izquierda. A los pocos metros nos encontraremos ante la puerta Norte donde se alza el rollo o picota, símbolo de villazgo. Es una alta columna cilíndrica de piedra, rematada en varias molduras, con un par de tallados escudos que representa las armas de D. Juan Juárez de Carvajal, obispo de Lugo, y señor de la villa en la segunda mitad del siglo XVI.
Desde aquí tomamos un buen camino que nos va a ir introduciendo poco a poco en el valle formado a lo largo de los tiempos por el Arroyo de la Vega. Esta pista la seguiremos hasta que a los 200 metros nos llegamos a una pequeña casa a la izquierda del camino. Es la última que veremos. Pasada la casa a los 100 metros de pista, tomaremos un camino a la derecha, que va paralelo a la pista, pero que será mucho más bonito y menos aburrido. El bosque de ribera nos envuelve con su manto verde.
Más adelante volvemos a retomar la pista que hemos traído en todo momento a nuestra izquierda, para seguir por la senda que nos conducirá hasta el arroyo de las Cubas. En este punto dejamos la pista principal y torcemos a la izquierda, para ir ganando poco a poco altura teniendo el arroyo a nuestra derecha.
Ganamos altura rápidamente caminando por la vaguada del arroyo hasta que llegamos a un cruce de caminos. Nosotros en este punto tomamos la pista que parte hacia la izquierda.
Al poco de comenzar esta nueva senda nos vamos a desviar hacia la derecha para subir hasta la Cueva de los Hermanicos. Esta vereda en su primera parte se puede realizar sin problemas, pero la segunda parte de este camino se hace mucho más ascendente y repleta de maleza, que hace que el caminar sea complicado. Ya por último, el camino ha desaparecido y se ha convertido en una torrentera de piedras sueltas y altos escalones que tras superarlo, nos deja en la pequeña terraza de mampostería que hay delante de la cueva.
En esta cueva vivían los anacoretas que cultivaban los huertos cercanos. La cueva es pequeña, y fue agrandada con tenacidad, comunicando varias estancias y salas. Tiene escasa altura y los derrumbes ocasionados hacen poco grata su visita. Pero aún conserva un altar, nichos y una decoración rústica de piedrecitas de toba, pegadas en las paredes y techo de la entrada.
Aprovechamos los rayos de sol y el llano que hay frente a la cueva para descansar, comer, beber algo y, disfrutar de la soledad y las panorámicas de este bonito rincón. Descendemos de la cueva y retomamos el camino, girando ahora hacia la derecha. En varios puntos del camino, despejados de jaras, podremos disfrutar de magníficas vistas sobre el valle formado por el Arroyo de la Vega.
Proseguimos por la pista que bordea el Alto de Peñalver, hasta que llegamos a una explanada de piedras. Aquí tomamos una senda que parte hacia la derecha y, que comienza a sumergirse en un bonito y mágico bosque de jóvenes encinas que te envuelven y te hacen sentir mágicos en un rincón muy bucólico.
No tendremos perdida de ningún tipo, solo es seguir este sendero a través de El Olmar, donde disfrutaremos de este magnífico bosque que aquí se encuentra. Este paseo, "El Olmar" es un popular sendero verde de 2 kilómetros diseñado para bicicleta de montaña, pero al parecer está un poco en desuso, pero no te fíes. Igualmente en el trayecto, nos encontraremos con un par de lugares donde probablemente se instalaron antiguas carboneras. Este sendero al final se divide en dos. Nosotros nos desviaremos a la derecha, casi al final del bosque, para subir por el tajo que ha formado el pequeño arroyo estacional.
Tomando este sedero saldremos a la parte alta del barranquillo, donde tenemos las evidencias del circuito de BTT que parece ser está en desuso. Ya estamos en las lindes de los campos de cereal.
El camino se vuelve amplio y nos va acercando a la parte alta del pueblo, donde se encuentra el cementerio y los restos de la antigua muralla y del castillo de Peñalver.
Peñalver poseyó un castillo y una muralla que cercaba todo el caserío. Del primero solo quedan leves restos en lo más alto del cerro sobre el que asienta la villa. Hoy está convertido en cementerio, y se pueden visitar las raíces de sus anchísimos muros, y algunos gruesos paredones, restos de sus torres. El castillo, tanto por su posición, como por las descripciones de antiguos cronistas, debió ser muy bello: todo su recinto se componía de muralla almenada, con grande torreones cúbicos en las esquinas, y una torre del homenaje de mayor envergadura. De la muralla que cercó el pueblo, solo levísimos restos quedan, especialmente de las dos magníficas puertas que daban entrada a la villa por sus extremos norte y sur, corriendo de una a otra la larguísima y sinuosa Calle Mayor, cuajada de casas de añejo carácter alcarreño.
Desde esta posición tendremos magníficas vistas del pueblo, convirtiéndose este lugar en un privilegiado mirador sobre Peñalver. Bajo este lienzo de muralla, todo el cantil se encuentra repleto de casas/bodegas cuevas, que hacer ver lo antiguo de este pueblo de la Alcarria.
Ya solo nos resta bajar por la calle de Los Santos, regresando al camino principal que nos va a llevar a recorrer de nuevo las calles del pueblo hasta nuestro punto de inicio.
Como colofón a esta bonita ruta podremos acercarnos a visitar las ruinas del Monasterio de La Salceda (más información del mismo en las características técnicas) y la ermita Virgen de La Salceda, que merecen mucho la pena.
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| Los excursionistas |
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