Mont Saint Michel II (Francia)

LA ENORME ABADÍA DEL MONT TOMBE

EL ORIGEN DE LA ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL

LEYENDA


Según algunas crónicas legendarias, en el siglo VIII de nuestra era el demonio habría asumido la forma de un dragón marino para maltratar, acompañado de una legión de seres malignos, a los habitantes de las costas de Normandía y Bretaña, y en especial a los últimos seguidores de los cultos druídicos que practicaban sus creencias en un monte aislado en el mar. Un monte conocido como monte Belenos (el dios celta del sol) o monte Tombe (Monte Tumba) solamente accesible durante la bajamar, pues las aguas se retiran dejando un pequeño hilo de arena que une la costa con el promotorio.


El arcángel San Miguel, caudillo de las huestes celestiales, advirtió que los terribles sucesos acontecidos en la bahía del monte Belenos eran despiadados e injustos y Dios le ordenó descender a la Tierra con sus ejércitos para derrotar y castigar a las fuerzas del mal en una de las mayores batallas de todos los tiempos entre el bien y el mal. Ambos ejércitos combatieron durante días con denuedo, cambiando continuamente el signo de los vencedores, hasta que por fin el propio San Miguel cercenó con su espada la cabeza del dragón y lo alzó en señal de victoria.

El sueño de Aubert de Avranches
Muchos hombres presenciaron el épico enfrentamiento con el corazón en un puño, entre ellos un tal Aubert de Avranches, por entonces obispo de la localidad de Avranches (a unos 20 kilómetros del monte). Las crónicas cuentan que después de la batalla, en el año 708 el arcángel San Miguel se le apareció a Aubert en sueños hasta tres veces en las que le ordenaba construir un oratorio en el monte Tombe para conmemorar la victoria de las fuerzas del bien y alejar para siempre la influencia del mal. Aubert ignoró las dos primeras visiones, por lo que, en la tercera aparición, San Miguel le dejó una marca con forma de cruz en la cabeza.


LA HISTORIA DE LA ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL

Aubert de Avranches comenzó a construir el oratorio en el monte Tombe y ordenó a varios frailes de su congragación que buscasen reliquias en Italia para santificar un poco más el lugar. En el año 709, el monte ya había sido santificado con el oratorio y las reliquias, y se decidió rebautilizarlo en honor a San Miguel como Mont Saint Michel, (Monte San Miguel).

San Aubert de Avranches. Fuente fotografía: Aesaintsofhreday
Con el paso del tiempo, se erigirá sobre el oratorio una abadía benedictina (año 966) y se construirán albergues para cobijar a los peregrinos que allí llegaban.
La comunidad siguió creciendo, llegando a reunir unos 60 monjes, y se construyeron las primeras casas en la base de la roca: así nació el pueblo de Saint Michel. Bastión inexpugnable durante la guerra de los Cien Años, sus murallas y fortificaciones, añadidas a los edificios religiosos, la convirtieron en un ejemplo de arquitectura militar. En los siglos XVII y XVIII se construyó la abadía gótica con arbotantes que vemos hoy en día. En el siglo XX, el derrumbe de un edificio obligó a que se construyeran los contrafuertes que crea la imagen que tenemos en la actualidad.


Tras la Revolución Francesa, cuando los benedictinos habían abandonado la abadía, fue convertida en cárcel. La prisión se mantuvo hasta mediados del siglo XIX, momento en que comenzaron a llegar los primeros "turistas": escritores y pintores románticos atraídos por la silueta de la isla, sus mareas y su arquitectura imposible.
A lo largo de los siglos, la abadía tuvo momentos de esplendor y de abandono, pero se podría decir que en la actualidad goza de su mayor apogeo, sobre todo tras su inscripción en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979, con la denominación  "Monte Saint Michel y su bahía"

CURIOSIDAD

El Mont Saint Michel, el símbolo normando por excelencia, fue Bretaña durante poco menos de 60 años. El rey Salomón de Bretaña ayudó a Carlos el Calvo a defenderse de los vikingos en el siglo IX, a cambio, se quedó con esta parte de Normandía entre el año 867 y el año 933. Todavía hoy, a pesar de que la "historia bretona" de Mont Saint Michel haya sido muy breve, muchos bretones la sienten como suya y en los mapas de Bretaña verás casi siempre incluida la isla normanda.

Fuente del texto: Destinia y Salta conmigo

LA ENORME ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL:
CON TRES PLANTAS Y VEINTE SALAS
LA VISITA

Si piensas que la abadía de Mont Saint Michel es sólo el edificio que se contempla en la parte superior de la roca, con la iglesia y su torre, estás muy equivocado.
Nada más cruzar la puerta y entra a sus calles, los carteles que nos señalan su visita, nos dan ya una pista: Tres plantas y veinte salas. La prueba definitiva de que esto es cierto, la tenemos cuando llegamos a su entrada. Como veremos está casi a la altura de los tejados de las viviendas del pueblo. Entonces ya nos podemos imaginar que desde ahí hasta la punta de la espada de la estatua del arcángel, todo es abadía.

LA TERRAZA OESTE, LA IGLESIA ABACIAL Y LA ESTATUA DEL ARCÁNGEL

La abadía al igual que el pueblo, también tiene su fortificación, de ahí que lo primero que nos encontramos nada más entrar será la sala de los Guardias. Actualmente también los hay, pero sólo para vigilar las largas colas que se forman en las taquillas.

Entrada a la abadía del Mont Saint Michel
Una vez atravesada la sala, se sube por la escalera del Gran Degré que nos dejará en la terraza oeste. Que se encuentra frente a la iglesia abacial, Este solar es el espacio que ocupaba la primitiva iglesia, hasta que desapareció en un incendio en el siglo XVIII. Entonces se decidió no reconstruir el atrio y los tres primeros tramos de la nave dejando el espacio abierto que tenemos ante nosotros.

Escalera del Gran Degré

Nos deleitamos admirando con calma el paisaje que envuelve la abadía: la abadía, el río Cousnon, los islotes que rodean la isla y la isla Chausey, (que solo es visible en días despejados). De esta isla se extrajo el granito para la construcción de la abadía.


Nada más llegar a la terraza, a nuestra derecha nos encontramos con la entrada a la iglesia, y sobre ella podemos saludar al arcángel. Estatua de 4,5 metros de altura y 410 kilos de cobre dorado. Esta estatua data del 1897 y fue colocada cuando se construyó la torre.


La iglesia, restaurada tras el incendio conserva partes de los siglos XI y XIX, siendo esta una buena razón para visitar la abadía.


Cabe la posibilidad de subir a visitar la torre de la iglesia abacial, pero por desgracia no forma parte de la entrada normal, ni de las visitas guiadas, pero se puede reservar como visita privada (150 euros por grupo de hasta 15 personas). Nosotros desistimos de visitarla, no por la cuantía, sino por que no había plazas hasta dos días después de nuestra visita.

LA MARAVILLA DE MONT SAINT MICHEL

Que uno de los edificios de la abadía se conozca como La Maravilla dice mucho de él. Con tres pisos, se trata de un verdadero rascacielos gótico. En su interior tenemos tres refectorios, un claustro (a cielo abierto, digno de admiración, en la última planta), una sala de estudios con scriptorium, la despensa, salas de huéspedes nobles y de peregrinos.

El Claustro de La Maravilla
El claustro, lugar de oración y de meditación, establece el vínculo con el mundo celestial y su jardín es una evocación del paraíso original. Dentro de la abadía se encuentra en el corazón de la vida monástica, entre el comedor, el dormitorio y la iglesia, donde los monjes oran siete veces al día. El claustro, terminado hacia 1228, se sitúa sobre la bodega y la sala de Caballero, coronando el edificio de La Maravilla, obra de arte gótico del siglo XIII.

Claustro de las maravillas
Ventanal para la meditación en el claustro de las maravillas
 

Una verdadera ciudad dentro de la abadía, que además cuenta con innumerables pasillos, escaleras y puertas secretas que comunican sus distintas plantas y salas. La organización de los espacios era muy clara: la última planta estaba reservada a los monjes, la segunda de las plantas a los huéspedes de alta sociedad (incluso algún que otro rey han pasado por aquí), y la más baja a los peregrinos sin recursos y los trabajadores.
Como curiosidad, veremos en el refectorio de los huéspedes importantes, una gran chimenea, nada menos que 2,5 metros, una barbaridad... Pero claro, calentar dichas estancias no sería tarea fácil.


LAS CRIPTAS Y CAPILLAS DE LA ABADÍA

Las criptas son las partes más antiguas de la construcción, el origen de todo. La cripta de San Martín, por ejemplo, se construyó en el año 1000  con muros de 3 metros de grosor. Así son todas. De los 3 metros de espesor de los muros de la cripta de San Martín a los 5,2 metros de los pilares en la cripta de los gruesos pilares.


Siguiendo el itinerario descrito pasaremos por la cripta de San Esteban que además de osario de los monjes se utilizaba como capilla de los muertos. Otro osario estaba en la sala inmediatamente anterior. Durante el periodo en que Saint Michel fue prisión, en este lugar se colocó una gran rueda que hacía las funciones de motor ascensor, donde los presos caminaban por su interior para hacer ascender por la rampa que hay adosada en la parte exterior de la abadía, (descrito en la visita al Mont Saint Michel) los alimentos y otros artículos necesarios para el buen funcionamiento de la cárcel. Está en perfecto estado de conservación, pudiéndose apreciar la magnitud de la obra.



En todo el recorrido no habremos parado de subir y bajar escaleras, de ir de norte a sur y de este a oeste, de pasar de un siglo a otro... Un verdadero laberinto en el que los monjes debían perderse de vez en cuando. Incluso algunos guías (según oímos decir), necesitan unas semanas para poder orientarse correctamente.



Seguimos avanzando dirección a la salida, pasando por otra serie de salas y pasillos, hasta que de pronto nos vemos fuera, casi sin darnos cuenta.


LA IMPOSIBLE ARQUITECTURA DE LA ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL

¿Cómo se pudo construir una iglesia de ese tamaño en lo alto de un monte?, tal vez con mucha imaginación y unas cuantas soluciones arquitectónicas avanzadas para la época.
Lo primero que fue necesario era crear el espacio en la cima del peñasco. La solución a tal problema, fue construir una serie de capillas alrededor de la cima, creando la superficie plana perfecta para construir sobre ellas la iglesia.


El segundo de los problemas planteados era el propio espacio. Cuando la comunidad fue creciendo y necesitando más salas, no había más superficie de roca en la que construir. La solución se resolvió construyendo en altura. Pero, para que no se hundiera, las plantas más altas debían ser cada vez más ligeras y adoptando ciertas técnicas constructivas únicas en Fracia, como por ejemplo las columnas cruzadas recordando al jardín del Edén en el claustro de La Maravilla.
Sus creadores buscaron aligerar la carga con un armazón de madera artesonado. Las arcadas destacan por su fineza: la doble hilera de columnetas al tresbolillo permite reducir la sección de los arcos y procura un efecto de esbeltez pese a la escasa altura.


Esta falta de espacio ha originado uno de los edificios más singulares y bellos que podrás visitar.

INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA LA VISITA A LA ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL

La abadía de Mont Saint Michel abre todos los días del año excepto el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. Su horario es de 9:00 a 19:00 de mayo a agosto y de 9:30 a 18:00 de septiembre a abril. Ten en cuenta que la taquilla cierra una hora antes, y que con una hora no tendrás tiempo de visitarlo en condiciones. Ojo, en periodos de marea excepcionalmente alta se corta el acceso al monte, y por consiguiente a la abadía.


El precio de la entrada normal es de 11 euros, hay entrada reducida y el acceso es gratuito para ciudadanos de la Unión Europea menores de 26 años. La visita conference, una visita guiada es la que da oportunidad de acceder a lugares cerrados dentro de la visita normal, y tiene un precio de 18 euros, teniendo que confirmar el idioma.
También se pueden hacer visitas privadas con acceso a la torre de la abadía y a la zona de contrafuertes o, incluso nocturnas, Para conocer precios y disponibilidad es necesario contactar con Monumentos Nacionales desde la Web oficial.


No dejes de visitarla, la abadía de Mont Saint Mihel impresiona y sorprende tanto desde fuera como mucho más desde dentro.

¿TE LO VAS A PERDER?

Toda la información adicional: como llegar, donde dormir, donde comer, información práctica, precios, etc. Lo encontrarás en la entrada:


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