Mont Saint Michel (Francia)

LE MONT SAINT MICHEL

MONT TOMBE
DESEMBOCADURA DEL RÍO COUESNON
LUGAR QUE SEPARA BRETAÑA DE NORMANDÍA
MANCHE
FRANCIA


La larga historia del Mont Saint Michel habría comenzado en el año 708 cuando Aubert, obispo de Avranches como consecuencia de tres sueños que tuvo en el que se le presentaba San Miguel, mandó construir en el Mont Tombe un santuario en honor al Arcángel. Rápidamente el monte se convirtió en un lugar de peregrinación y allá por el siglo X los monjes benedictinos se instalaron en la Abadía mientras que a sus pies se desarrollaba un pequeño pueblo.
En el siglo XI la iglesia abacial fue edificada. Ya en el siglo XIV con la Guerra de los Cien Años, se protegió la abadía con un conjunto de construcciones militares que le permitió resistir a un sitio por parte de los ingleses de 30 años, lo que convirtió al Mont Saint Michel en todo un símbolo de la nación.
Con la reforma Protestante, la abadía perdió relevancia y en 1791, en el contexto de la Revolución Francesa, terminó por convertirse en prisión hasta el año 1863.
En 1874 el Mont Saint Michel fue declarado Monumento Histórico, sometido posteriormente a un proceso de restauración. A principios del siglo XX los monjes volvieron a instalarse en la abadía y desde 1979 el monumento se encuentra incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

COMO LLEGAR


El aeropuerto más cercano a Mont Saint Michel es el de Rennes, que está en la región vecina de Bretaña. Hay vuelos directos desde varios aeropuertos españoles (Madrid y Barcelona entre ellos)  pero, con escalas se puede llegar desde cualquier ciudad.
Desde Rennes se puede tomar el tren hasta la estación de Pontorson (siendo esta la estación más cercana a la roca), o el autobús. Las estaciones de tren y autobús e Pontorson, están muy cerca una de otra. Luego desde Pontorson autobús hasta el Mont Saint Michel.
De igual manera se puede acceder en coche (propio o alquilado).


DONDE COMER Y DORMIR

Omelette soufflée á la mère Poulard. Fuente: Cuisine Actuelle
Los aficionados a la gastronomía deben acercarse hasta La Mère Poulard, una posada centenaria frecuentada por numerosas celebridades. Su plato más celebre es la tortilla suflé (conocida también como tortilla de la Mère Poulard, convertida en plato típico de Mont Saint Michel, hecha en una cocina de leña y elaborada batiendo los huevos a punto de nieve en un recipiente de cobre.
Aunque hay locales de todo tipo, la ubicación se paga. Por lo que los que prefieran gastar menos, pueden comer en los establecimientos que se encuentran fuera del recinto, junto a los aparcamientos. Habrá distintos locales a precios más asequibles.



Dormir en una localidad tan turística como Mont Saint Michel suele ser caro. Sin embargo, es innegable que pasear de noche por sus calles desérticas o contemplar el amanecer en solitario es un capricho por el que muchos estarían dispuestos a pagar.
Nosotros elegimos para dormir el parking gratuito que está frente a l´Epicerie de la Baie, ubicada en el pequeño pueblo de La Grève, ya que veníamos de hacer un viaje en furgoneta. Hasta la fecha (31/08/2019), permitían el acceso a furgonetas camperizadas.



VISITA AL MONT SAINT MICHEL
UNO DE LOS RINCONES MÁS FASCINANTES DE FRANCIA


QUE VISITAR EN EL MONT SAINT MICHEL


Podemos resumir esta visita en cuatro cosas que ver al introducirnos en el Mont Saint Michel: Sus calles, las murallas, los pocos museos que existen y la Abadía (que es el plato fuerte de esta visita).

Puesta en un post adicional, ya que si la ponemos aquí, se alargaría mucho la entrada

LAS CALLES DEL MONT SAINT MICHEL

Nosotros para llegar hasta el Mont Saint Michel, fuimos andando desde el pequeño pueblo de Le Grève, hasta La Caserne (punto donde se encuentra las lanzaderas que nos acercarán gratuitamente hasta el Mont Saint Michel). Este trayecto lo hacemos en todo momento paralelos al río Couesnon, donde tendremos la oportunidad de admirar la presa del río Couesnon. Lugar estratégico y digno de ser admirado, ya que desde este punto tendremos unas magníficas e inigualables vistas del Mont Saint Michel.

Al fondo el Mont Saint Michel visto desde la presa del río Couesnon.
Esta presa permite dar bastante fuerza al agua para conseguir alejar todo lo posible los sedimentos que trae el río hacia alta mar, lejos del Mont. Más allá de su función hidráulica, la presa se funde con el nuevo concepto de acercamiento al Mont, como obra de arte y de acogida para el gran público. En una de sus partes, está acondicionada como grandes graderíos donde se puede uno sentar a disfrutar del espectáculo que ofrece el Mont, de día, de noche, al atardecer o al amanecer.


Para acceder al Mont lo mejor es hacerlo por la puerta principal de la muralla, que queda a la derecha según llegamos. Atravesamos la puerta, un corto pasaje y, tras cruzar el Puente Levadizo, entramos directos a la calle principal del pueblo conocida como la Grand Rue. Se trata de una calle amplia al principio que se va estrechando a medida que subimos,  hasta llegar a la entrada de la abadía.




Nada más comenzar la Gran Calle veremos a nuestra izquierda la oficina de turismo, donde podremos conseguir las entradas para acceder a la Abadía, evitando así las largas colas que se forman en las taquillas de la entrada. También podemos adquirir un plano con los puntos más relevantes de la isla.
En la Gran Vía es donde se concentran la gran mayoría de los bares, restaurantes, tiendas de souvenir, heladerías y museos del pueblo.


Según subimos, a la izquierda, salen algunas callejuelas que si las tomamos nos acercarán a diferenes terrazas ajardinadas desde donde hay unas vistas inmejorables. Si vamos con niños podemos hacer la visita un poco más amena e indicarles que encuentren el callejón más estrecho del mont. Es el Callejón de los Cornudos (Rue des Cocus), llamado así porque con cuernos no se puede pasar por él, (según nos cuentan los de por aqui).





A mitad de la Gran Calle se encuentra la Iglesia de Saint Pierre, que tiene una estatua de Juana de Arco presidiendo su puerta. Esta estatua rinde homenaje al arcángel quien la guió durante la Guerra de Cien años. El cementerio del pueblo se sitúa justo al lado de la iglesia, donde se encuentra la tumba de la Mère Poulard.

Figura de Juana de Arco a la entra de la iglesia de Saint Pierre. Fuente: A un clib de la aventura
La iglesia parroquial, erigida en los siglos XV y XVI es ahora el lugar de devoción oficial para el arcángel Saint Michel. Sin embargo es dedicada a Saint Pierre quien, según la religión católica, detiene las llaves de las puertas del paraíso. Desde tiempos, los peregrinos llegados al Monte pasan simbólicamente delante de Saint Pierre antes de llegar a la abadía, imagen del paraíso en la tierra.


La Gran vía acaba a las puertas de la abadía. Desde este punto, otro camino, pero ahora en sentido contrario y más elevado nos desciende poco a poco hasta la Puerta de Los Fanils, la otra puerta de la muralla que da acceso a la ciudad.
En el camino de bajada observaremos una rampa muy empinada adosada a la pared de la abadía. Es la que se usaba para poder subir los suministros hasta ella, por medio de una gran polea que era accionada a base de fuerza humana.



Al llegar a la puerta Les Fanils, podemos hacer una visita a la capilla de Saint Aubert. Es una construcción románica del siglo XII. Situada en el extremo noreste del monte, se trata de un pequeño edificio rectangular sobre una protuberancia rocosa. Desde la puerta torcemos a la derecha caminando hasta que la calle termina de pronto en una playa de canto rodado. La impresión es que no se puede seguir más, pero sin embargo internándonos por la playa y siguiendo el recorrido junto a la orilla, de pronto, y tras una curva, aparece la capilla.

Capilla de Saint Aubert. Fuente de la fotografía: Wikipedia
LAS MURALLAS DEL MONT SAINT MICHEL

Al inicio y al final de la Gran Vía se encuentran los accesos que dan paso a las murallas, que se pueden recorrer por su parte superior y que ofrecen unas vistas estupendas de la bahía y de la Abadía.
El acceso por la parte baja se inicia por unas escaleras junto a la entrada principal, mientras que el acceso más elevado se produce junto a la llamada Torre del Norte.


Las murallas que rodean el Mont Saint Michel comenzaron a construirse por parte de los benedictinos en el siglo X a pedido del rey Ricardo I. De aquello no queda hoy nada. Parte de las que vemos datan del siglo XIII y fueron levantadas para proteger el santurario.
Las vistas que se tienen son magníficas, dando una sensación de vacío al avanzar por sus estrechas y angostas escalinatas.




Cada poco nos encontramos con una torre, como la Claudine o la Nord, que es la más alta de todas. La torre Boucle termina cerca del cuerpo de guardia de los Burgueses. Ya en la otra parte de las murallas, la de los Fanils (que protegía los almacenes de la abadía), data del siglo XV y es donde se encuentra la torre Gabriel, digna de ser contemplada.






Tras esta visita, ahora nos queda conocer el plato fuerte de Saint Michel, su abadía, pero que dejaremos para otro post, enlazado a este, más que nada para no hacer muy pesada la entrada.

EL PLATO FUERTE DE LA VISITA AL MONT TOMBE

LA ABADÍA DEL MONT SAINT MICHEL
(Pincha en el enlace y conocela)


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