ASCENSO AL PICO DEL YELMO (1717 metros)
DESDE EL TRANCO POR LA SENDA DE LAS CARBONERAS
MIRAFLORES DE LA SIERRA
Madrid
El Yelmo, también conocido como Peña del Diezmo, es un risco de la sierra de Guadarrama (perteneciente al sistema central). Es el más importante de la Pedriza, una zona destacada de esta sierra, y uno de los más altos de La Pedriza Anterior, con una altura de 1717 metros. Se ubica en el término municipal de Manzanares el Real, en el noroeste de la Comunidad de Madrid (España).
Se trata de una enorme plata de granito rosado y es el centro de atracción de numerosos escaladores. Este risco es el más vistoso de toda La Pedriza y visto desde el sur tiene forma de un yelmo medieval. Según cálculos realizados, dentro del domo se podría tallar el Monasterio del El Escorial a tamaño real.
La primera ascensión al risco la realizó Casiano del Prado en el 1864 y desde entonces es un importante destino para escaladores y senderistas que acuden a esta zona.
Se eleva 150 metros sobre su base por el sur, y 95 metros por el norte. El Yelmo es un domo, es decir, una forma en resalte abovedado. Su nombre se debe a su peculiar forma, similar al yelmo usado por los caballeros medievales. Ya aparece con dicha denominación en el libro de montería de Alfonso XI, del año 1350. Su antigua denominación es "Peña del Diezmo".
La "Vía Normal" transcurre por la Gran Grieta (una chimenea en dos tramos) de la cara norte, aunque también se considera como tal a la vía Valentina, que asciende por el lado oeste del risco. La cara sur del Yelmo es una enorme pared de granito en la que hay varias vías de escalada que conducen a la cima. Las tres primeras que se abrieron por esta pared sur fueron un hito en la historia de la escalada madrileña.
Se trata de una enorme plata de granito rosado y es el centro de atracción de numerosos escaladores. Este risco es el más vistoso de toda La Pedriza y visto desde el sur tiene forma de un yelmo medieval. Según cálculos realizados, dentro del domo se podría tallar el Monasterio del El Escorial a tamaño real.
La primera ascensión al risco la realizó Casiano del Prado en el 1864 y desde entonces es un importante destino para escaladores y senderistas que acuden a esta zona.
Se eleva 150 metros sobre su base por el sur, y 95 metros por el norte. El Yelmo es un domo, es decir, una forma en resalte abovedado. Su nombre se debe a su peculiar forma, similar al yelmo usado por los caballeros medievales. Ya aparece con dicha denominación en el libro de montería de Alfonso XI, del año 1350. Su antigua denominación es "Peña del Diezmo".
La "Vía Normal" transcurre por la Gran Grieta (una chimenea en dos tramos) de la cara norte, aunque también se considera como tal a la vía Valentina, que asciende por el lado oeste del risco. La cara sur del Yelmo es una enorme pared de granito en la que hay varias vías de escalada que conducen a la cima. Las tres primeras que se abrieron por esta pared sur fueron un hito en la historia de la escalada madrileña.
COMO LLEGAR
Manzanares el Real, en el terreno histórico-artístico, cuenta con un relevante patrimonio, en el que destaca el castillo de los Mendoza, el mejor conservado de la provincia de Madrid y uno de los más importantes de España. Está incluido en el itinerario turístico de la Ruta por los Castillos, fortalezas y atalayas de la Comunidad de Madrid, junto con el castillo viejo, la otra fortificación de la localidad.
Ya en Manzanares el Real, continuamos por la carretera M-608 dejando atrás el castillo de Manzanres el Real, hasta que lleguemos a una rotonda. Ahora cogemos la primera salida, cruzamos el puente y torcemos a la izquierda por la Avd. de La Pedriza. En su final, El Tranco, donde podemos dejar el coche.
DONDE DORMIR Y COMER
Refugio Giner de los Ríos en la Pedriza |
En Manzanares el Real y alrededores hay muchas opciones, la mayoría rurales. En Booking encontraréis la gran mayoría de alojamientos de la Sierra de Guadarrama.
Otras opciones son: dormir en tu furgo adaptada en Canto Cochino, o subir hasta el refugio Giner, que se encuentra a unos 40 minutos andando desde el parking de Canto Cochino.
Lo ideal es degustar el bocata que llevaremos preparado de casa entre jaras y subidos a una piedra. Pero en las inmediaciones hay un montón de bares donde se puede comer o tomar algo. En el Tranco hay unos cuantos, y todos juntos al lado del río. En Canto Cochino, hay otros tantos bares, donde sirven raciones y platos combinados.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO
Plano del recorrido. Fuente: Wikiloc |
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
OTROS DATOS DE INTERÉS
Dificultad: Moderada
Sendero señalizado: Si
Época recomendable: Primavera, verano y otoño
Puntos de agua potable: Nos podemos encontrar varias fuentes, pero sus aguas están sin tratar.
Sugerencias: Llevar en una mochila agua y comida energética. Utilizar ropa y calzado adecuados, dependiendo de la época elegida. Deja la basura en los contenedores. Respeta la fauna salvaje, el ganado, la vegetación y el patrimonio. Si vas en verano no te olvides de protección solar, (gorra, gafas y protección para la piel). Si se decide subir hasta la cumbre del Yelmo con niños, extremar la precaución en la grieta y sobre todo en los alrededores de la cumbre.
Cartografía: IGN Cercedilla hoja 508 E: 1:50000
Enlaces de interés: El yelmo
Mucha más información de la ruta en wikiloc
Track para GPS (archivo GPX)
Mucha más información de la ruta en wikiloc
Track para GPS (archivo GPX)
Ya con el vehículo estacionado en el Tranco, retrocedemos un poco hasta el Restaurante Casa Julián. A su derecha arranca una cuesta que en poco menos de 50 metros nos deja en una gran piedra que nos indica el camino a seguir. Esta indicación no es otra cosa que un cartel pintado en la piedra que pone "YELMO", y con una flecha que nos marca hacia la izquierda.
Superamos un pequeño resalte y torcemos a la izquierda, entrando en la senda de Las Carboneras.
...." Esta senda era utlizada en otros tiempos por los carboneros de Manzanares para internarse en el sector suroccidental de la Pedriza, a la búsqueda de robles y encinas que talar para fabricar carbón vegetal con su madera. Los amplios espacios deforestados serían progresivamente colonizados por los jarales" ......
Desde aquí ya no tenemos mucha perdida, ya que todo el itinerario está indicado cada 30 o 40 metros por las señales blancas y amarillas del PR. El trazado de este sendero es impresionante, vamos ascendiendo entre jaras y piornos, que en esta primera parte pueden llegar a tener más de 2 metros de altura. Seguimos subiendo hasta llegar a una pequeña praderita con un gran pedruzco, situada a la izquierda del camino, en la base de la piedra nos encontramos con un pequeño vivac.
Continuamos, y pronto el sendero empieza a coger de nuevo altura, la praderita se va quedando atrás, y abajo. Seguimos la traza del sendero, siempre en ascenso, sin darnos tregua, hasta que llegamos a un nuevo vivac, esta vez más grande, el vivac del Cachalote.
Continuamos camino arriba, el sendero sigue estando muy bien definido. En media hora aproximadamente, desde el vivac del Cachalote, llegamos a la pradera de la Gran Cañada, donde se juntan varios senderos. Esta es una inmensa pradera de más de un kilómetro de larga, donde las vistas sobre Manzanares el Real y su embalse son inmejorables.
En la pradera veremos una piedra solitaria en medio, es justamente a la izquierda de esta piedra donde sigue nuestra ruta. Siguiendo sendero arriba, enseguida llegamos a la fuente de la Gran Cañada. A partir de aquí, la ruta se vuelve más durilla, el desnivel empieza a ser más fuerte.
Superamos la fuente y seguimos ascendiendo, dejando poco a poco atrás la Gran Pradera. En cuanto cogemos un poco más de altura, podemos ver el famoso Elefantito, lo tenemos conforme subimos a nuestra derecha. Impresionante la figura granítica semejándose a la trompa de un elefante.
Un poco más adelante se nos presenta ante nosotros el Fraile, otra gran roca que imita a este personaje. Seguimos avanzando de forma ascendente, como si estuviésemos subiendo una escalera, haciéndose dura la ascensión. Aquí nos acordamos que en 4,5 kilómetros tenemos que subir un desnivel de 700 metros, madre mía.
...." Esta senda era utlizada en otros tiempos por los carboneros de Manzanares para internarse en el sector suroccidental de la Pedriza, a la búsqueda de robles y encinas que talar para fabricar carbón vegetal con su madera. Los amplios espacios deforestados serían progresivamente colonizados por los jarales" ......
Desde aquí ya no tenemos mucha perdida, ya que todo el itinerario está indicado cada 30 o 40 metros por las señales blancas y amarillas del PR. El trazado de este sendero es impresionante, vamos ascendiendo entre jaras y piornos, que en esta primera parte pueden llegar a tener más de 2 metros de altura. Seguimos subiendo hasta llegar a una pequeña praderita con un gran pedruzco, situada a la izquierda del camino, en la base de la piedra nos encontramos con un pequeño vivac.
Continuamos, y pronto el sendero empieza a coger de nuevo altura, la praderita se va quedando atrás, y abajo. Seguimos la traza del sendero, siempre en ascenso, sin darnos tregua, hasta que llegamos a un nuevo vivac, esta vez más grande, el vivac del Cachalote.
Vivac del Cachalote |
En la pradera veremos una piedra solitaria en medio, es justamente a la izquierda de esta piedra donde sigue nuestra ruta. Siguiendo sendero arriba, enseguida llegamos a la fuente de la Gran Cañada. A partir de aquí, la ruta se vuelve más durilla, el desnivel empieza a ser más fuerte.
Superamos la fuente y seguimos ascendiendo, dejando poco a poco atrás la Gran Pradera. En cuanto cogemos un poco más de altura, podemos ver el famoso Elefantito, lo tenemos conforme subimos a nuestra derecha. Impresionante la figura granítica semejándose a la trompa de un elefante.
El Elefantito. Foto propiedad de Josetxu. La fotografía la podéis ver en su blog |
Continuamos ascendiendo siguiendo los pasos hasta el Collado de la Encina. Antes de llegar, a nuestra derecha, se nos presenta el impresionante risco de las Bellotas, donde podemos apreciar en su base una pequeña cueva. Tras superar el Collado de la Encina, empezamos a ver el majestuoso Yelmo por su cara sur, que nos queda a la izquierda.
Continuamos por el sendero, y observamos que se nos abren varios caminos, nosotros cogemos el que tiende a subir y un poco a la izquierda. Pronto veremos el siguiente collado que tenemos que sortear. Este pequeño collado nos dará paso a la Pradera del Yelmo. Es una pradera hermosa donde las piedras están esculpidas con diferentes formas, tan caprichosas y bellas.
Risco de las bellotas. En su base y por la izquierda podemos apreciar la entrada a una pequeña cavidad |
Collado de la Encina |
Cara Sur del Yelmo |
Antes de continuar con nuestra excursión, decidimos irnos a la cara Sur del Yelmo a escalar un poco, (como tenemos todo el equipo, pues ala, a trepar). Y ya que estamos, después de trepar, unos bocatas, barritas, frutos secos, zumos, agua, etc..... antes de comenzar a caminar de nuevo.
Tras el merecido descanso, volvemos a la pradera del Yelmo, giramos a la izquierda y comenzamos a bordear el Diezmo. Un sendero nos va acercando poco a poco a su cara norte. Ahora un pequeño trazado se va internando tomando dirección a su cumbre. Seguiremos por donde mejor veamos, sorteando grandes bloques, o pasando bajo algún puente de roca, hasta que llegamos a la famosa y muy concurrida chimenea, que nos acercará a su cumbre sin la necesidad de utilizar material técnico.
Esta chimenea se pasa en dos tramos. Un primer recorrido muy estrecho, que también se puede pasar por encima, nos deja ante un gran bloque. Lo pasamos y entramos en la segunda mitad, siendo esta mucho más amplia, dejándonos pasar con mucha más soltura. Tras el pasillo de unos 25 metros me longitud, ya estamos casi en su cumbre. Sorteamos un gran bloque, torcemos a la derecha y llegamos a la cumbre del Yelmo. Las vistas son magníficas, impresionantes, caprichosas e increíbles.
Comienzo de la chimenea que nos llevará a la cumbre del Yelmo |
Cesar, Carlos y Mario en la cima del Yelmo (1717 msnm) |
Que disfrute de momento, pero todo llega a su final, tenemos que bajar. El descenso se hace más fácil, incluso pudimos hacer alguna filigrana en la chimenea. Desandamos el trayecto de subida y ya estamos de nuevo en la Pradera del Diezmo. Bajamos vertiginosamente, y en poco más de una hora, llegamos de nuevo a la Gran Cañada. Desde aquí el descenso se hace muy ameno hasta llegar a los aparcamientos del Tranco. Ya estamos en nuestro coche, nos cambiamos de calzado y nos vamos al primer bareto que tenemos, unas coca-colas y como dioses comentamos nuestra experiencia.
Reventaos |
Toda una experiencia vivida, ruta, escalada, subida al pico, comida, risas, discusiones, exploración, cansancio, descanso, etc........ Y así damos por concluida esta ruta con los más peques.
Todos los asistentes a la ruta |
Excelentes visitas que tiene esta ruta.
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